Fiat Chrysler Automobiles (FCA) anunció en Brasil una inversión de aproximadamente 124 millones de dólares para la producción de nuevos motores nafteros con sobrealimentación mediante turbocompresor, que saldrán de la planta Betim, en el estado de Minas Gerais.
Los propulsores pertenecen a la familia GSE (Global Small Engine) y serán fabricados desde fines del año próximo y debutarán en ese mercado a principios de 2021.
Además, tendrán varias novedades incluirá cambios respecto de los Firefly actuales (atmosféricos), ya que contarán con inyección directa de combustible y sistema flex, que permite la utilización de nafta y etanol como combustible (exclusivo para Brasil).
También sumarán cuatro válvulas por cilindro en lugar de las dos válvulas con las que cuentan los propulsores atmosféricos, junto con el sistema de distribución variable.
En el país vecino también indican que el motor 1.0 turbo con 12 válvulas entregará aproximadamente 120 caballos de potencia y 196 Nm de torque, mientras que el 1.3 turbo con 16 válvulas ofrecerá dos versiones, una con aproximadamente 150 CV y otra con unos 180 CV y 265 Nm de torque.
Los nuevos motores Firefly con turbo estarán presentes en las gamas de Fiat y Jeep. En la primera, podría formar parte de los Argo, Cronos, Toro y los SUVs derivados del prototipo Fastback que, según el mismo medio, la marca confirmó que serán dos o tres modelos. Dentro de la firma estadounidense, estarían presentes en el Renegade y el Compass.
De esta forma, FCA ofrecerá nuevas opciones de motor en la región, donde también deberían arribar al mercado argentino. Convivirán con los actuales Firefly aspirados 1.0 (tres cilindros) y 1.3 (cuatro cilindros), este último presente en las familias del Argo brasileño y el Cronos, que es producido en la planta cordobesa de Ferreyra.