La filial local de Fiat decidió ayer detener la producción de autos en su planta de Córdoba por dos días porque padece la falta de una serie insumos y autopartes que vienen de Brasil, y que según la marca está demorada su importación producto de las dificultades que imponen el sistema de licencias. 2.500 empleados fueron suspendidos y obligados a extender sus vacaciones. El Gobierno se exime de culpas y responsabiliza a la marca, a quien acusa de boicot contra el sistema de licencias que busca
La Ministra de Industria Débora Giorgi aseguró que hay pruebas fehacientes de que los requerimientos de piezas que la empresa realizó el viernes pasado para importar partes y piezas fueron liberados en gran parte y calificó a la suspensión de la producción como una medida "mezquina y alejada de la realidad".
Según Giorgi, el lunes pasado el Gobierno le había pedido a Fiat solicitar formalmente las autopartes que necesitaba para no tener que parar la planta, pero que recién hoy la empresa elevó ese pedido al Gobierno, con la planta ya parada desde ayer. Y luego agregó: “Fiat parece querer utilizar a los trabajadores como moneda de cambio para importar indiscriminadamente, dejando de lado un precepto básico de este Gobierno que es el de defender la producción y el trabajo argentinos”.
Luego, Fiat difundió un comunicado en el que reconoce que la suspensión fue consecuencia de una falta de insumos importados ocasionada por el cambio de régimen para la 
tramitación de licencias: "Las constancias de excepción para la importación de autopartes vencieron en diciembre último y no fueron renovadas a su vencimiento, como consecuencia de un cambio del régimen que se impuso para la tramitación de licencias sin excepción".
Las demoras en el trámite fueron, según el comunicado de la marca, responsabilidad de las dos partes: "Razonables dilataciones que implican para la empresa, tanto como para las áreas administrativas correspondientes del Gobierno, ajustarse a los nuevos procedimientos".
Fiat produce en Córdoba unos 600 autos por día de los modelos Siena y Palio. De estos vehículos, el 80% se destina al mercado brasileño. Pese a la crisis internacional, Fiat proyecta producir en Córdoba 250.000 vehículos por año, lo que implicaría un verdadero récord histórico.