El automóvil cumplió 130 años y la historia de sus orígenes tiene como protagonista al ingeniero Carl Benz, quien el 29 de enero de 1886 solicitó en la Oficina Alemana de Patentes Imperial en Berlín la licencia de un invento que cambiaría el mundo. Se trataba de un “vehículo motorizado con motor de gasolina”.
La historia del que es considerado el primer automóvil de la historia comenzó en el año 1885, cuando Benz creó un motor monocilíndrico de 954 cm3 de cuatro tiempos y 0,75 CV de potencia, que podía girar a 400 rpm.
El propulsor se combinó con un triciclo que se convirtió en el primer vehículo impulsado con un motor de combustión interna, el cual le permitía contar con una velocidad máxima de 16 km/h.
En julio de ese mismo año el modelo fue exhibido en Mannheim, donde la esposa de Benz, que se llamaba Bertha, emprendió un viaje de 104 kilómetros junto con sus hijos Eugen (de 14 años) y Richard (15), periplo en el que experimentaron la buena respuesta técnica del vehículo.
Tal es la importancia del invento de Benz que, desde el año 2011, el documento de su patente ha estado presente en el Programa Memoria del Mundo de la Unesco (Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
En 1886 también fue inventado el primer vehículo motorizado de cuatro ruedas, el cual estuvo a cargo de Gottlieb Daimler, quien fundó Daimler Motoren Gesellschaft (DMG) en sociedad con el diplomático austriaco Emil Jellinek, quien tenía una hija llamada Mercedes.
Benz & Cie y Daimler Motoren Gesellschaft (DMG) se fusionarion y empezaron su cooperación en la década del veinte, mientras que el nombre Mercedes-Benz surgió de la combinación del nombre de la hija de Jellinek y de la primera compañía. Además, la estrella de tres puntas tiene como significado la motorización universal “por tierra, mar y aire”.
Tanto la creación de Carl Benz como la de Gottlieb Daimler son un orgullo para el fabricante alemán, que exhibe ambos modelos en el Museo Mercedes-Benz ubicado en la ciudad de Stuttgart, Alemania.