La iniciativa, empujada fuertemente por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), dependiente del Ministerio de Transporte, fue apoyada por familiares de víctimas y esperada por muchos ya que según la estadística el alcohol está presente en 1 de cada 4 muertes en siniestros viales.
El director ejecutivo de la ANSV, Pablo Martínez Carignano, señaló que esta ley es el hito más importante desde la creación de la ANSV y que Argentina dio un paso histórico en materia de seguridad vial. Asimismo, remarcó que se trabajará junto a cada provincia y municipio para brindar los recursos necesarios y salvar vidas.
La siniestralidad vial es la principal causa de muerte en personas menores de 35 años en Argentina, y el alcohol al volante es el responsable de al menos 1 de cada 4 incidentes de tránsito graves. Con esta ley, se busca unificar el criterio de tolerancia cero al alcohol en la conducción en todo el territorio nacional.
Hasta la sanción de esta ley de alcance federal, 13 provincias y más de 50 ciudades argentinas tenían una normativa de alcohol cero al volante. En provincias como Río Negro y Jujuy, los resultados de fallecidos por año se redujeron entre un 15,8% y un 37,1%, respectivamente, tras la sanción de esta norma. En Buenos Aires, que adoptó esta medida en diciembre de 2022, se registró una disminución significativa de conductores con alcoholemia positiva en las rutas a la Costa durante enero.
Según estadísticas del Observatorio Vial de la ANSV, la cantidad de conductores que circulan con graduación 0 de alcohol en sangre es mayor en jurisdicciones con Alcohol Cero al volante que en aquellas que tienen como límite permitido 0,5. Esto refleja que la normativa de Alcohol Cero al volante genera conciencia en los conductores y disminuye de manera considerable los siniestros viales en la vía pública.