El problema con Brasil está eclipsando sin dudas el resto de los frentes que abrió el Gobierno en el sector automotor local.
Luego de la serie de presentaciones y aprobaciones de los proyectos para equilibrar las balanzas comerciales de fabricantes e importadores, el proceso ha tomado un compás de espera. Además de los siete proyectos con luz verde (VW, Porsche, Mercedes-Benz; Fiat; Alfa Romeo; PSA Peugeot Citroën; y GM) hay varias empresas que presentaron y aguardan su aprobación (Kia, Hyundai, un boceto por parte de BMW, ) y otras están en análisis para su presentación como es el caso de una firma europea y una americana.
Por obvias razones, todo este conflicto se ha visto parado por el tema Brasil. Un tema que no es menor, teniendo en cuenta que la mayoría de los planes presentados, en estudio y en elaboración, contemplan al mercado vecino como un impulsor de sus exportaciones para poder cumplir y revertir el saldo de su balanza.
En una vuelta de página, hace días se había abierto un frente con Nissan. Los responsables de Industria a nivel local, habían argumentado que los modelos Sentra y Tiida no cumplían con la normativa Mercosur-México para poder ingresar sin aranceles al país.
A la espera de una respuesta oficial por el lado de Industria, desde la firma afectada señalaron que “la documentación entregada de esos vehículos están en conformidad con las reglas de comercio entre Argentina y México, y esperamos que este tema administrativo se resuelva a la brevedad”.
Mientras se aguarda una solución, la firma mantendrá su negocio como hasta ahora. Es decir, continuará comercializando sus vehículos bajo los mismos términos y condiciones que la ha venido haciendo, al mismo tiempo que trabajará para una pronta resolución de este tema administrativo.