“Fue una idea de Jorge (Gómez) que es un apasionado de los fierros. Nadie necesita un Porsche para ir a algún lado y esto sólo es pasión por los fierros”, dijo Hugo Pulenta, presidente de Nordenwagen para dar la bienvenida a la muestra de los catorce capots de 911 GT2 que pasaron por las manos de catorce artistas de Argentina y Uruguay en una movida paralela al desembarco del primer y único GT2 que arribará al país.
Antes de ponerse los anteojos flogger o blogger blancos para sacarse fotos junto al GT2 y un numeroso grupo de amigos, el empresario Jorge Gómez que desembolsó cerca de medio millón de dólares por el modelo de Porsche y mantuvo en reserva cuánto por los capots (“me hicieron buen precio) aclaró y enfatizó “no ser formal”… “Esto del black tie (como indicaba la invitación) es como una antítesis mía. Sólo lo hice para ver a mis amigos en traje (de etiqueta)”, dijo el empresario dueño de la firma Roker.
A la hora de hablar de la “movida” indicó que no hubiera sido posible sin el apoyo de Pirelli, Eve Joyerías y Citi y por sobre todo de Roker. “Todo se lo debo a Roker, desde hace 25 años. Con mi primera mujer vendimos una casita humilde y nos mudamos a la casa de mi suegra y empezamos con la compañía que hoy tiene 25 años de trayectoria en el mercado”.
Definido por Alicia de Arteaga (La Nación) como un “hombre que sueña despierto”, y en un apartado Jorge Gómez explicó que el objetivo de la muestra, “era unir dos pasiones: los autos y el arte – que es más nueva pero que fue creciendo de forma importante”. 
Pero en su proceso de cumplir un sueño (que llevó aproximadamente un año) no todos los artistas se “prendieron” desde el primer momento y recibió algunos “no” como el de Luis Felipe Noe (antes de que sea convocado a la bienal de Venecia)
Los que dijero si –ya te los habíamos adelantado-: Pablo Atchugarry; Juan Batalla, Luis Benedit; Boo; Andrés Compagnucci; Germán Gargano; Marta Minujin; Rogelio Polesello, Carlos Paez Vilaró; Omar Panosetti, Guillermo Roux; Eduardo Stupia; Testa; Triangulo Dorado.
“Mi idea es ponerlos en la fábrica”, dijo Gómez (cuyo corazón admitió que está dividido en tres: Pagani, Porsche y Ferrari) aunque enfatizó que su deseo “es que terminen en el Museo de Porsche de Alemania”.
Se fabricaron 1.200 unidades del Porsche 911 GT2. La partida para América Latina fueron cinco. “Por suerte una queda en Argentina”, señaló Hugo Pulenta, presidente de Nordenwagen.