El nuevo proyecto regional de la marca del doble Chevrón debutó recientemente en Brasil y ya puso primera en la pre-venta en el mercado argentino. En el primer mes y medio contabilizó 6.790 unidades comercializadas en el país vecino, alimentando las expectativas puestas en el nuevo C3, una apuesta no menor para Citroën. Con el contador en marcha y a la espera de su presentación formal en Puerto Madryn el próximo 27 (donde te contaremos todos los detalles), Samuel Dumas, jefe de Proyecto C3 de la marca gala devela algunos secretos de la flamante criatura.
El nuevo Citroën C3 está en pleno proceso de lanzamiento y fue una de las cartas destacadas del Salón de San Pablo y Dumas participó desde el minuto cero en el proyecto industrial denominado A51.
Periodista: -¿Cuáles son las expectativas con el lanzamiento del Nuevo C3?
Samuel Dumas- Es claro que con este vehículo aspiramos a aumentar nuestra participación de manera decisiva –en toda la región– en un segmento de por sí muy importante si miramos el volumen. Nuestra premisa a la hora de concebir el Nuevo C3 apunta a una dirección precisa: marcar la referencia de su categoría, acercar al público a las nuevas tecnologías, presentar innovaciones inéditas en su segmento – el parabrisas Zenith y las Leds diurnas -, seducir con un diseño personal y ofrecer un equipamiento de confort distintivo. Es un automóvil completamente nuevo, más potente, más equipado y con una dinámica que ya cosecha elogios.
P: -¿Por qué deciden adoptar un frontal distinto al conocido en Europa?
SD: –La decisión se basa en que el modelo que se comercializa en Europa se lanzó hace ya dos años y era necesario ir un paso más allá. El nuevo C3 que conocerán los argentinos es claramente una evolución respecto de aquél, por eso adoptamos nuevas definiciones en muchos aspectos. El diseño de todo el frontal –con claras reminiscencias al DS3– se asocia a las últimas decisiones de la marca en materia de identificación. Hay un mayor protagonismo del doble chevrón, las líneas horizontales refuerzan la idea de que es un vehículo más ancho y con trochas más generosas y suma detalles, definiciones interesantes como la incorporación de luces con tecnología leds y, desde ya, el exclusivo parabrisas Zenith que inaugura una nueva forma de viajar, propio de los Citroën familiares más lujosos y permite, con 36,5 cm adicionales, conseguir más de 80º de visión extendida. Este vehículo incorpora, por ejemplo, el mismo sistema de dirección asistida eléctricamente que fue muy ponderado en el DS3.
P: -¿Buscan captar un nuevo público, ampliar la base de la primera generación del modelo?
SD: –Tenemos un vehículo totalmente nuevo, que agrega más valor de marca, que luce más sofisticado, supera claramente los márgenes de confort, habitabilidad y potencia del modelo precedente pero a la vez presenta una riqueza de gama en lo relativo a motores, versiones y posibilidades de equipamiento que antes no teníamos. Eso nos lleva a ser particularmente optimistas en cuanto a las posibilidades. La idea es posicionarlo en lo más alto de su categoría y ganar también en participación del mercado.
P: – En Brasil se destacó el tratamiento del interior, los materiales y terminación. ¿Se mantuvo el porcentaje de integración o debieron apelar a más elementos importados?
SD: –Además de enriquecerlo con un equipamiento muy destacado para su categoría, nos fijamos especialmente en que el auto transmita desde el volante todo lo que propone desde su diseño exterior: moderno, innovador y personal. Allí trabajamos muy duro al lado de nuestros proveedores para llegar a los estándares de calidad que nos exige la casa matriz. Todo el proyecto A51 demandó para la marca una inversión total de 120 millones de euros y pudimos alcanzar una integración donde el 76% de sus componentes pertenecen a proveedores radicados en el Mercosur.
P: -¿Va a ser el modelo de mayor volumen de todos los que fabrican en la región?
SD: – La gente destacó el placer de conducción y la relación precio-producto (no por ser económico sino por entregar mucho en relación con lo que cuesta). Con ese panorama, lanzamos el vehículo con mucho optimismo y el mercado respondió. Tenemos un plan de producción realmente ambicioso: estimamos fabricar en Brasil más de 50.000 unidades al año. Esperamos repetir el éxito en la Argentina antes de fin de año.
P: -¿Cuánto tiempo demandó el desarrollo en Brasil y sobre qué aspectos tuvieron más trabajo en cuanto a la adaptación del modelo?
SD: –Trabajamos en este proyecto desde fines de 2009 y en cooperación directa con técnicos de la región y también con ingenieros franceses; todos teníamos un objetivo: acercarnos a las solicitudes de los clientes. El Mercosur es un mercado con mucho potencial y que requiere de nuestra atención, por eso el desarrollo de este modelo fue absolutamente regional: 400 profesionales recorrieron 1.358.000 kilómetros en más de 250 unidades de pre serie para ajustar cada detalle.
P: -¿Cómo se trabajó desde la dinámica?
SD: –Cuando llegó la hora de las definiciones técnicas,
aquellas que comprometen el desempeño, quisimos que esa imagen exquisita y sofisticada, también se tradujera una vez que se pone primera. Los trenes de rodaje presentan novedosas soluciones, distintos reglajes y definiciones motivadas por nuevos conceptos pero también porque –en las dos versiones de motor– presenta medidas de neumáticos más generosas que le dan mejor pisada y una estética más lograda.
P: – Cómo trabajaron en el aspecto de la seguridad?
SD: –La seguridad es una de las claves del modelo y es, a la vez, otra clara muestra del interés de Citroën por estar un paso adelante: en el Mercosur la adopción del doble airbag y el sistema antibloqueo ABS serán obligatorios a partir de 2014, decidimos adelantarnos y dotar de estos elementos a toda la familia del C3, no importa la versión ni el precio.