Todas las automotrices están desplegando sus estrategias marketineras en la Costa y aprovechando la movida y la invitación, Tiempomotor llegó a Pinamar para la presentación del Citroën DS3, la “carta” del doble Chevron para este 2011.
En este marco, pudimos tomar el primer contacto con el DS3 durante un día entero. Si bien fue breve, alcanzó para poder tener las primeras impresiones de este deportivo, uno de los lanzamientos más esperados que tendrá lugar en marzo. Y la apuesta no es menor, ya que con este producto exquisito en su diseño la marca debuta en el segmento de los deportivos compactos Premium.
Pero antes, una breve introducción ya que no se trata de un modelo más que se suma a una gama existe. El DS3 es el primer eslabón de una submarca perteneciente a Citroën. Es como una marca dentro de otra y Citroën lo quiere destacar muy bien. De hecho el auto no tiene el logo del doble Chevron sino el de DS (3), por cierto bastante original y agradable. Con esta nueva línea de modelos que continuará con el DS4 (ya visto en Europa), la casa francesa pretende ponerse al nivel de las alemanas en términos de calidad y diseño, por sobre todas las cosas.
Y de esto último vamos a comenzar a hablar, ya que es el estilo la característica que más destaca al DS3. El auto llama mucho la atención y en su andar por calle va atrayendo la mirada de hombre y mujeres. Es fija que cuando lo dejás estacionado en cualquier lado volvés y alguien lo está mirado o inspeccionando a través de las ventanillas para saber de qué modelo se trata.
De noche esto se potencia con la línea de luces de Led en los paragolpes delanteros, que le dan un aire aeroespacial. Pero el detalle más novedoso se da en el techo. Gracias a que la ventanilla trasera (tipo ventilete) tapa por fuera el parante central y se une directamente con el marco de la ventanilla delantera, da la impresión de que el techo fuera flotante, como si estuviese desligado del resto de la carrocería. Esto ayuda mucho a que le quede muy bien el techo de un color distinto al del resto de la carrocería. Esta característica es uno de los detalles distintivos del modelo, y la marca anunció que un 80% de los pedidos del modelo, por cierto de gran éxito en Europa, son bitono.
El segundo punto en importancia para mencionar es el de la calidad de construcción. Como mencionamos, Citroën quiere posicionar a esta submarca un escalón arriba para competir con las alemanas. Esta es nuestra sentencia: el DS3 está muy por encima de la media en cuanto a materiales y terminaciones, pero aún le queda un trayecto por recorrer para acercarse a Mercedes-Benz por ejemplo.
Para afirmar esto nos basamos en algunos detalles como por ejemplo el de los comandos que están integrados a la columna de dirección como el de las luces. Al menos en aspecto y diseño (ya que este modelo se produce en Francia) nos hace recordar a otros modelos del grupo PSA más generalistas. Lo mismo sucede con el estéro. Puede que las expectativas hayan sido altas… al esperar elementos más exclusivos…
En cuanto a la calidad de los materiales, los plásticos de las contrapuertas son más rígidos de lo que hubiéramos imaginado, no así el de la plancha que presenta un inyectado de buena calidad. De las terminaciones no tenemos nada que objetar.
Por tamaño, perfil deportivo, diseño exclusivo, precio y motor, compite con el Mini Cooper, el Alfa Romeo Mito y el Audi A1. Con 3,95m de largo es más grande que un C3 Mercosur y es muy similar al nuevo C3 europeo, de cuya plataforma parte. Claro que es notoriamente más bajo en parte debido al reducido despeje, pero también por la altura de la carrocería. Esto se nota especialmente en las plazas traseras, donde la altura para la cabeza tiende a ser problemático para los más altos.
Pero a pesar de ser un auto netamente deportivo, por lo menos en cuanto al diseño y filosofía, las suspensiones no sorprendieron muy positivamente por no resignar un agradable confort de marcha. O sea, son firmes y deportivas, pero no golpean y copian civilizadamente las imperfecciones.
El tacto de la dirección es agradable por lo duro (no está sobreasistida), lo mismo que sucede con la caja manual de seis marchas. Entran con precisión y esa leve resistencia -pero sin obstáculos- que se traduce en un agradable “clack” en cada marcha.
El motor es el tan conocido y usado como exitoso y eficiente 1.6 de 156 CV. En este vehículo de pequeñas dimensiones y peso contenido hace de las suyas. El comportamiento general es muy similar al del Peugeot 207 GTi pero quizás algo más equilibrado. Este motor que no sorprende por sus reacciones intempestivas – es más progresivo en la entrega-, expresa su contundencia en las recuperaciones. Le sobra paño en todos los cambios incluso a bajas vueltas. A partir de las 2.000 vueltas responde con agilidad.
El equipamiento es muy bueno y contempla climatizador, techo solar, ESP, control de tracción, seis airbags, sensor de estacionamiento, alarma sonora de no uso de cinturón, ABS, recomendador de cambio de marcha, estéreo con CD, MP3, Bluetooth y entrada USB y pack eléctrico (cierre automático, levantavidrios y espejos). Sólo le faltaría una regulación eléctrica de los asientos, al menos del conductor, y faros de xenón.
Nadie de Citroën quiso largar ni la más mínima prenda acerca de los precios con los que se lanzará al mercado, pero seguramente va a ser más barato que el Mini Cooper S que tiene bastante más potencia (175 CV) y arranca en los 38.000 dólares y posiblemente esté a un valor cercano al del Mini Cooper Pepper que tiene sólo 120 CV. Es por ello que las apuestas lo ubican en el orden de los u$s30/35.000.