Dodge sumó el paquete Widebody a la gama Charger de alto rendimiento. Está presente de serie en la bestial versión SRT Hellcat y como un opcional en la Scat Pack.
Las novedades son los flamantes paragolpes delantero y trasero y los guardabarros integrados, piezas que le brindan una imagen parcialmente diferente al sedán, que también estrena una carrocería con casi nueve centímetros más de ancho.
A lo mencionado anteriormente se suma la presencia de las llantas de 20 pulgadas combinadas con neumáticos con medidas 305/35Z, los frenos delanteros de Brembo con pinzas con seis pistones.
Sistema de suspensión, amortiguación y frenos
También incluye la suspensión con la puesta a punto exclusiva. Tiene un esquema delantero con 32 por ciento más de rigidez, barras estabilizadoras más generosas y amortiguadores con novedades en las válvulas. De esta forma, ofrece un conjunto más rígido y deportivo.
Se combina con el sistema de amortiguación adaptativa Bilstein, que ofrece tres modos de funcionamiento. Con la nueva configuración, la marca de FCA promete un mejor desempeño en la calle y en los circuitos.
El modelo además sumó el sistema Launch Control, que gestiona la entrega de torque, y la dirección eléctrica con ajuste configurable, que se combina con los modos SRT Drive, con las funciones Street (Auto) para la calle, Sport, Track y Custom, que brinda la posibilidad de la configuración a gusto del usuario.
Conjunto mecánico
La mecánica del Charger Scat Pack incluye un motor V8 con 492 CV, mientras que el SRT Hellcat Widebody 2020 cuenta con el HEMI Hellcat V-8 supercargado de 6.2 litros, que genera 717 caballos de potencia y 881 Nm de torque. Se combina con la caja automática TorqueFlite con ocho marchas. El conjunto permite lograr una velocidad máxima de 315 km7h, cifra con la que continúa siendo “el sedán de producción de serie más poderoso y rápido del mundo”.
