Mercado Autos

EL SECTOR AUTOMOTOR EN ALERTA

DE PASILLO: AL RITMO DEL ROCK & ROLL Y LA BOSSA


De un 2011 récord, el sector automotor es su conjunto arrancó el 2012 entre un clima de cierta euforia aunque con dejos de cautela. Con el correr de los meses, las nuevas reglas de juego y sus consecuencias, de la cautela se pasó a transitar por un clima de preocupación. Hoy, en su mayoría se preparan para un nuevo baile: rock & roll y bossa nova.

A las bajas en los volúmenes de venta, producción y exportación, el sector (terminales y autopartistas) lidia a diario con las Licencias no Automáticas (LNA) y Declaraciones Juradas Anticipadas ((DJAI) cuyas demoras demandan más de una corrida, gestiones, pedidos urgentes para evitar una parada productiva ya sea por falta de piezas de la misma terminal o algún faltante por el lado del proveedor para cumplir en tiempo y forma con la automotriz.

En los últimos días se sumó la no liberación de los permisos para impo-expo de unidades con lo que el puerto enfrenta una suerte de colapso. Un mix al que se incorporará en breve el vencimiento de las constancias de excepción de proveedores –que ya informaron que no se renovarían-. “Estamos complicados y se viene un lindo baile”, deslizaron algunas voces del mercado.

Hay excepciones a la regla, siempre las hay, pero de acuerdo a las fuentes consultadas por el momento el cuadro de situación es para todos igual. En este escenario de complicaciones, unas 25 firmas se encontrarían muy comprometidas. Un caso que lleva a acelerar todo tipo de gestión para no caer en “parates”.

Uno de los casos más complicados –por ejemplo, que explicaron fuentes del mercado- es el de un fabricante de partes, piezas y Accesorios como asientos (local, adquirido hace un tiempo por una firma canadiense) que tiene entre sus clientes a la mayoría de las terminales locales de origen europeo. Según señalaron en el mercado, los problemas para proveer de butacas a algunos de sus clientes, ha generado por estas horas una suerte de corrida para evitar lo peor en una de las plantas automotrices: parar la línea.

Al baile local, que impone su propio ritmo, el sector no pierde de vista lo que sucede del otro lado de la frontera. En medio de este rock & roll, en Brasil se pasó de la salsa a la bossa. La suerte de enfriamiento que registra el país vecino en materia sectorial tiene en vilo a los players locales (su efecto también ha llevado a algunos a bajar el ritmo de producción de este lado).

En medio del baile continúan las gestiones, negociaciones, corridas y largas esperas. Incluso la entidad que nuclea a las terminales elevó una carta al Gobierno sobre el estado de situación. La incertidumbre, por ahora, se ha instalado y sólo resta ver cómo “sigue la cosa”.

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