La marca del óvalo redobló la apuesta en materia de seguridad al confirmar que incorporará su revolucionario cinturón de seguridad trasero “inflable”, que combina los atributos de un airbag con los de un cinturón de seguridad convencional.
Este nuevo sistema debutará comercialmente el año próximo y el primer modelo en tenerlo será el nuevo Mondeo.
El cinturón de seguridad trasero “inflable” está diseñado para reducir lesiones de cabeza, cuello y tórax en los pasajeros ubicados en las plazas traseras. Luegar en los que generalmente (así debería ser) viajan niños que pueden ser más vulnerables a este tipo de lesiones.
En caso de accidente, el cinturón se expande rápidamente para dispersar las fuerzas de choque a lo largo de una superficie corporal cinco veces más grande que la que logra un cinturón de seguridad convencional.
Según investigaciones de Ford, más del 90% de los usuarios que probaron los cinturones de seguridad “hinchables” los encontraron igual o más cómodos que los cinturones de seguridad convencionales porque están acolchados y son más suaves.
Como con un airbag, el cinturón trasero inflable de Ford se activa cuando los sensores detectan un accidente. Esto hace que se libere gas comprimido que sale de un cilindro alojado debajo del asiento trasero y entra por el cinturón a través de la hebilla.
El cinturón de seguridad se despliega completamente en menos de 40 milisegundos. A diferencia de los airbags, que generan calor cuando se despliegan, los cinturones de seguridad traseros hinchables se llenan con gas comprimido frío