Con la temporada invernal ya sobre nuestras cabezas, siempre es bueno saber cómo actuar y qué hacer frente a las inclemencias de una estación que, independientemente de dónde te encuentres puede ser muy hostil con tu vehículo. Para eso, te damos una lista de consejos para que el frío no perjudique la vida útil de tu auto ni atente contra tu viaje.
Chequear el aceite:
Para corroborar que el nivel sea el correcto hay que sacar la varilla y observar si se encuentra marcada entre los límites determinados de la misma. Si se encuentra por debajo significa que falta aceite, y por encima hay que sacar aceite para evitar problemas en el auto. Sumado a esto, se debe analizar su color: si es marrón muy oscuro significa que es momento de cambiarlo.
Neumáticos:
Antes de viajar es importante chequear su presión: como referencia, un auto mediano debe tener una presión de 32 o 33 libras para soportar el peso de valijas y ocupantes; entre tres y cinco libras más que lo habitual para conducir por la ciudad. Todos los autos cuentan con una referencia de presión en la tapa de nafta o en el borde de la puerta del conductor para saber con precisión cuánto cargar. También es importante mover el auto unos centímetros para evitar su desgaste imparejo.
Enfriamiento:
Hay que revisar constantemente el nivel del líquido anticongelante, ya que éste circula a través del motor logrando que tenga la temperatura ideal para funcionar más allá de la baja temperatura exterior.
Filtro de combustible: revisar cuándo fue la última vez que se cambió este filtro. Es recomendable cambiarlo cuando se hayan recorrido más de 30 mil kilómetros para garantizar que los inyectores, la bomba de presión y los circuitos se mantengan en buen estado.
Batería:
Se estima que su duración aproximada es de 5 años, pasado ese período de tiempo se sugiere cambiarla. Además, es importante asegurarse de que no se encuentre sulfatada y verificar que esté cargada, ya que su buen estado evitará problemas que pueden dificultar o demorar el viaje programado. También se recomienda chequear el estado de cables y bujías.
Frenos:
Cuando las pastillas están gastadas se puede sentir un ruido, una vibración en el pedal o en el volante al momento de frenar. Para chequear su estado se puede ver la pastilla a través de la rueda y determinar su espesor: si se observa que mide menos de 6.35 mm es probable que necesite ser reemplazada.
Luces y limpiaparabrisas:
Chequear su funcionamiento sobre todo si vamos a salir de noche. El limpiaparabrisas debe estar en buenas condiciones para que en caso de lluvia se pueda continuar el viaje sin ningún problema. También es importante revisar si tiene modo “nieve” que ubica las palas de manera vertical para no acumular nieve en el parabrisas.
Obviamente que, ante la menor duda antes de emprender un viaje, te recomendamos visitar a un mecánico para chequear lo “que no se ve” y tener la entera tranquilidad de que todo marcha sobre ruedas.
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