Llega ese momento del año donde todos emigramos. Y muchos de nosotros llevamos el auto (y viceversa) en estos días de relax. Muchas veces por desconocimiento -o por que no queda otra- queda desguarnecido y a merced de los elementos.
Por ser uno de los destinos más elegidos en verano, la salinidad del mar en las costas es uno de los mayores enemigos. Su concentración puede iniciar un proceso de corrosión en la carrocería por lo que debemos ser más cuidadosos con pequeños rasguños o golpes que pueden incrementar aún más a la corrosión.
El uso de ceras para la carrocería, por ejemplo, es una de las soluciones para evitar problemas como este o bien, en el peor de los casos, sin exposición directa a la zona costera.
De la mano va la radiación solar, cuyos rayos UV pueden causar daños químicamente irreversibles: deterioros en la molécula, causando agrietamiento del barniz, la delaminación de la pintura, la fotooxidación o la decoloración del vehículo.
A la más mínima señal de uno de estos daños, se recomienda llevar el vehículo a un taller para que los profesionales corrijan desde donde comenzó la degradación. ¿Lo ideal? dejarlo aunque sea, bajo una media sombra.
También hay que tener en cuenta el arrastre, lo que se trae desde la ciudad de origen. En algunos casos, la temperatura del automóvil alcanza los 60 grados, acelerando el proceso que causa daños.
Limpieza
La mejor manera es evitar que la suciedad del día a día (como el excremento de las aves) se acumule, ya que pueden dañar irreversiblemente la pintura. A eso hay que sumarle un buen lavado cada una o dos semanas para mantenerlo limpio y exento de este tipo de suciedades.
Por último, si lavamos o detallamos los autos de manera casera, atención a los productos: puede ocurrir que, además de cera, tengan componentes capaces de romper la estructura química del barniz, degradando la pintura.
Pulir o aplicar cera sin lavar la superficie, utilizar agua caliente y esponjas abrasivas, o usar los mismos productos con los que limpiamos la casa o la ropa pueden decolorar y manchar la superficie y hasta causar daños a largo plazo.
Lo ideal es evitar los productos de limpieza del hogar y utilizar siempre los específicos para el automóvil, especialmente los avalados por un organismo de certificación de validación, como ISO9000.