Citroën reveló en Europa el C4 Cactus definitivo, que toma los trazos ya vistos en el concept que supo adelantarlo fielmente. Se trata de un vehículo, cuyo tamaño lo ubica entre un compacto y un mediano, que presenta varias innovaciones en cuanto a estilo y practicidad.
Partiendo de una plataforma compacta y liviana, el C4 Cactus posee entre sus características un capó de aluminio y vidrios traseros con apertura pivotante, elementos que han contribuido a lograr un peso final de sólo 965 kilos, 200 menos con relación al C4 europeo.
Exteriormente, el C4 Cactus de producción se destaca por contar con un diseño singular, con carrocería de dos volúmenes, cinco puertas y líneas suaves.
Además, algunos recursos ya fueron vistos en otros modelos de la marca, como las ópticas dobles delanteras (en la familia C4 Picasso).
Sus cotas indican que su longitud total es de 4,16 metros, mientras que el ancho se ubica en los 1,73 m, la altura en los 1,48 m, la distancia entre ejes en los 2,60 metros (igual a la del nuevo C4 europeo) y la capacidad de baúl en los 358 litros.
Además, el techo es del estilo "flotante", las barras portaequipaje poseen un diseño peculiar, y las llantas de aleación poseen tonalidad bitono. A estos detalles se suman los Airbumps, que son unas cápsulas de aire realizadas en TPU (Termo Plástico Uretano).
Dichas piezas, ubicadas tanto en las puertas como en los paragolpes, son las encargadas de proteger al vehículo, principalmente de golpes de estacionamiento. Según Citroën, además reducen los costos de arreglos, ya que no es necesario su mantenimiento.
Los Airbumps también le proporcionan una estética diferente al C4 Cactus, que lo ofrece en colores Black, Grey, Dune y Chocolate, y que puede asociarse con tres opciones de terminación de interior y con diez colores de carrocería.
El habitáculo, por su parte, promete buen espacio para ambas filas de asientos, los cuales fueron realizados con un concepto de sofá, siendo enterizos incluso en las plazas delanteras. Otra de las claves del interior son las dos pantallas color, una para el tablero y otra -de 7 pulgadas- para comandar muchas de las funciones del vehículo.
El selector de la caja -si es la pilotada- es mediante una botonera simplificada a las funciones D, N y R, y que se complementa con las levas del volante. Otra particularidad del interior es que el airbag del acompañante se depliega desde el techo y no desde el panel. De esta forma, se priorizó el lugar en el mismo para guardar objetos.
El techo vidriado, por su parte, ocupa casi la totalidad de la superficie superior del vehículo, e incluye una alta protección térmica (equivalente a los anteojos de sol de categoría 4) en el habitáculo para que los ocupantes no sufran el calor.
Si bien aún no se han dado detalles específicos acerca de los motores, la marca anunció que son de última generación (Euro 6) y con bajas cilindradas. Se trata de los nafteros PureTech y de los BlueHDi, que en algunos casos podrán asociarse al sistema Stop&Start. Desde la marca prometen que una versión diésel contará con emisiones de sólo 82 g/km y con un gasto de combustible de apenas 3,1 l/100 km, mientras que una naftera contaría con 100 g/km.
El equipamiento dispone de elementos como la cámara de marcha atrás, el sistema de estacionamiento automático Park Assist (mueve el volante por sí solo), la iluminación estática en curva, la asistencia al arranque en pendientes y el sistema Smart Wash, con "sapitos" en los extremos de los limpiaparabrisas; según Citroën, aporta mayor visibilidad y reduce el gasto de agua.
