En este 2018, Citroën cumple 85 años ofreciendo motores Diésel a sus clientes, desde el mítico Citroën Rosalie en 1933, hasta el patentamiento de la tecnología FAP (en francés Filtre à Particules Additivé) en el año 2000 por el Groupe PSA, desarrollado con el afán de reducir las emisiones contaminantes (normativa Euro5, obligatoria en Europa desde 2009), conviertiéndose en un referente en adoptar este tipo de soluciones.
En Argentina, Citroën comenzó a comercializar modelos con tecnología FAP a partir del año 2011, y en productos de fabricación nacional, a partir del año 2016 con el Citroën C4 Lounge HDi, adelantándose dos años a la entrada en vigencia de la normativa Euro5 en nuestro país.
La entrada en vigencia de la norma Euro 5 en Argentina a partir de enero del 2018 fue sin duda un avance que mejora la eficiencia de los motores diésel que se comercializan en nuestro país, más económicos, silenciosos, de funcionamiento suave y progresivo, de emisiones contaminantes bajas y de gran autonomía.
En este sentido, Citroën Argentina incluye la moderna tecnología HDi de motores Diésel para 9 de las 12 familias que conforman su portfolio de productos, logrando con su oferta que un 30% de sus ventas correspondan a este tipo de motorización, consolidándola como la marca que más vehículos de pasajeros Diésel vende en el mercado.
La oferta se extiende desde el Citroën C-Elysée al Citroën C4 Lounge entre los sedanes, y los vehículos familiares Citroën Berlingo Multispace, Citroën C4 Picasso y Citroën Grand C4 Picasso y el último lanzamiento, ya en el terreno de las vans, la Citroën Spacetourer.
La gama de utilitarios o vehículos comerciales destinados especialmente para el trabajo, por su parte, ofrece opciones HDI en la cartera de sus tres modelos, desde el Citroën Berlingo Furgón pasando por el furgón mediano Citroën Jumpy y el furgón XL: el Citroën Jumper.
Thomas Burguete, Gerente de Marketing Estratégico de Citroën Argentina expresó: “Fuimos incorporando una serie de elementos para lograr reducir al mínimo los componentes contaminantes…El primer elemento es el catalizador que nos permite convertir los monóxidos de carbono y los hidrocarburos no quemados. Luego el Filtro de Partículas va a permitir capturar las partículas de hollín o humo negro, elementos que tienden a quedar retenidos, saturando el filtro. Allí nace el concepto de regeneración del Filtro De Partículas o FAP que se realiza en forma natural, gracias al aporte de un aditivo (cerina) que realiza el proceso a 450 grados centígrados. ¿El beneficio directo para el cliente? Casi sin darse cuenta, al utilizar su automóvil normalmente está regenerando el filtro de partículas para así poder seguir funcionando normalmente. Sin necesidad de cumplir con ningún procedimiento que no sea el uso de su vehículo. En caso de no llegar a la regeneración natural por las condiciones de uso, se realiza una regeneración artificial, donde el vehículo le avisará al cliente cuando esté sucediendo, para evitar interrumpirlo…..”.
Burguete continuó diciendo: “En la actualidad se ofrecen soluciones propias de la nueva normativa Euro 6 vigente en Europa, al incorporar además de Filtro de Partículas, el elemento SCR de reducción catalítica selectiva. El SCR, básicamente, realiza un ataque selectivo a los óxidos de nitrógenos y se los hace reaccionar para reducirlos a través de una solución acuosa que es el Adblue, a base de un elemento orgánico como la urea…..”