Desde la primera hora la industria china tuvo fama de insegura respecto de las condiciones y equipamiento de tienen sus vehículos para proteger a sus ocupantes en caso de choque. Muchas pruebas de choque a modelos de marcas chinas dieron fe del defectuoso comportamiento de su estructura y las consecuencias graves para los pasajeros a velocidades en las que autos europeos no ocasionaban ni rasguños. Pero junto con la mejora en la calidad de sus productos, también se están gestando progresos en seguridad.
Es que la C-NCAP, organismo independiente encargado hacer los crash test en China, incluirá nuevos estándares en todos los niveles a partir de julio de 2012 para sus pruebas de choque. Entre las novedades contempladas hay un choque frontal descentrado a una velocidad de 64 km/h, comparable en teoría con el del Euro NCAP, un test de latigazo cervical y un chequeo de la seguridad de las plazas traseras del cual todavía no se sabe mucho de qué se trata. También, obviamente, se va a evaluar la presencia de sistemas de seguridad activa y pasiva como el control de estabilidad. Además se van a aumentar los puntos totales de 51 a 62, y se van reescribir las normas para otorgar las estrellas.
Aunque las pruebas del C-NCAP no tienen nada que ver con las realizadas por el gobierno durante el proceso de homologación, poseen un importante peso publicitario (de ahí que muchos lo consideren el "estándar nacional"), y lógicamente se convertirán en un importante estímulo para que los fabricantes desarrollen autos mejores y más seguros, evitando desastres como el del Brilliance BS6, un modelo supuestamente moderno, pero que cuando fue testado por la ADAC alemana siguiendo los estándares pre-revisión del Euro NCAP se dobló como un acordeón. Este modelo que se vendía en Europa debió ser retirado ante el desinterés del público.