No es el juego del TEG ni ningún otro de estrategia pero lo que parecía una utopía se concretó este año: la caída de las ventas en los Estados Unidos, las quiebras de los gigantes americanos y la incertidumbre respecto de varias marcas tradicionales confluyeron para que Estado Unidos deje de ser el mercado más grande del mundo y su lugar lo ocupe, ahora, China.
Como todo fin de año que se acerca, es momento realizar balances y al hacerlo, nos encontramos con una sorpresa (que a esta altura no debería ser tal). De las pujantes y denominadas nuevas potencias emergentes (India, Brasil, Rusia) hay una que ya le ganó a EEUU el liderazgo mundial en términos de industria automotriz.
El gigante asiático superó a Estados Unidos en ventas de 0 kilómetro y se consolidó como el primer mercado automovilístico del mundo, según estimaciones de J. D. Power and Associates recogidas por el diario New York Times.
Los números reflejan que en 2009 las ventas en China alcanzaron los 12,7 millones de automóviles, frente a los 10,4 millones vendidos en Estados Unidos. En el año 2000 las ventas en Estados Unidos habían alcanzado el mayor volumen de venta de automóviles de todos los tiempos: 17,4 millones.
La consolidación de China como líder mundial se produce en el año en que el gobierno estadounidense hizo esfuerzos sin precedentes en apoyo de la industria automotriz: planes de salvataje y miles de millones de dólares concedidos.
Vale recordar que este fue el año en que la automotriz número uno de EEUU, General Motors, se declaró en quiebra, haciendo tambalear la industria automotriz mundial. El Gobierno norteamericano entró en escena inmediatamente y ayudó a atravesar la transición de la quiebra mediante subsidios y la absorción de acciones.
Pese a todo eso, de enero a octubre aproximadamente unos 1.500 concesionarios en Estados Unidos se vieron obligados a cerrar, convirtiendo de este modo el 2009 en el peor año desde este punto de vista desde los años 50.
Además, GM debió cerrar marcas legendarias como Saab y Pontiac; y deshacerse de Hummer. Por el lado de la última, justamente una automotriz china fue quien adquirió la marca para continuar produciendo las camionetas. Se trata del fabricante de maquinaria Tengzhong, quien ya confirmó dos futuros modelos bajo su comando.
Si hablamos de automotrices chinas entrando en escena para intervenir en la crisis norteamericana, falta mencionar el caso de la asiática Geely, que cerró un acuerdo con Ford por la marca de origen sueco.
Una vez más, China muestra su potencial en términos de volumen.