Chevrolet presentó en Brasil la gama 2018 de la S10, cuya principal incorporación es el sistema CPA (Centrifugal Pendulum Absorber), una tecnología que también está presente en la pick up Colorado estadounidense.
Dicho sistema se combina con el motor 2.8 (200 CV y 500 Nm de torque) y la caja automática de seis marchas. Se encarga de reducir el ruido y la vibración, según la marca, a niveles similares a los de automóviles diésel de lujo.
El sistema optimiza el acoplamiento de la caja a bajas vueltas, lo que se traduce en una mejor respuesta cuando se acciona el pedal del acelerador. Así, ofrece mejor aceleración y recuperación, además de un menor consumo de combustible (-13%).
Con esta incorporación, la pick up también le dio la bienvenida a una nueva puesta a punto tanto para el motor como para las cajas (también posee una manual con seis marchas), y a un nuevo sistema de gestión eléctrico.
De esta forma, la chata –con tracción 4×2- ahora posee un consumo promedio de 10,8 km/l en ruta y de 8,8 km/l en la ciudad, además de una autonomía que escaló hasta los 864 kilómetros y una aceleración de 0 a 100 km/h de 10,3 segundos (0,6 segundos menos). Por su parte, la velocidad máxima es de 180 km/h.
Otras de las novedades del modelo, al menos en Brasil, es el nuevo color exterior Rojo Edible Berries, así como una nueva ubicación para los logotipos “S10” y de las diferentes versiones.
La nueva renovación de la Chevrolet S10 sería lanzada en el mercado argentino a fines del mes de julio.
