Honda presentó en Brasil la actualización de la décima generación del Civic, su sedán perteneciente al segmento C. El modelo es fabricado en el país vecino, de donde llega al mercado local.
Los cambios más visibles están presentes en el diseño, donde el sedán posee un nuevo paragolpes delantero con apliques cromados en sus extremos. Se combina con las ópticas y la parrilla cromada conocidas.
Por su parte, los laterales sumaron nuevas llantas de aleación de 17 pulgadas, ahora oscuras y con un diseño con diez rayos. Y el sector trasero combina el diseño de la gama anterior con el paragolpes que recibió un nuevo detalle cromado.
Hay que recordar que la última generación del Civic fue renovada hace un año en el mercado de Estados Unidos, donde además tiene una nueva parrilla frontal de color negro.
En Brasil también anunciaron las nuevas salidas de aire traseras y un equipamiento que fue enriquecido y que, dependiendo de los diferentes niveles (sumó el nuevo LX), posee sistema multimedia con pantalla de 7” y conexión mediante Android Auto y Apple CarPlay, tapizado de tela o cuero gris o negro, sensor de lluvia, cargador inalámbrico de teléfono y espejo interior automático.
De serie, toda la gama cuenta con controles de estabilidad y de tracción, airbags frontales, laterales delanteros y de cortina (seis en total), monitoreo de la presión de los neumáticos y asistencia de arranque en pendiente.
Motorización
Si nos referimos a la mecánica, el Civic regional ya no ofrece la caja manual (con seis velocidades) en el mercado del país vecino, donde mantuvo la caja automática CVT (variador continuo) y los motores nafteros.
El 2.0 está en la mayoría de la familia y ofrece 154 caballos de potencia y 189 Nm de torque. El 1.5, por su parte, incluye inyección directa de combustible y turbocompresor, configuración con la que desarrolla 173 caballos y 220 Nm.