La explicación oficial para el lanzamiento de esta nueva edición del Bugatti Veyron 16.4 Super Sport es sencillamente que “los clientes siempre nos empujan a aumentar en unos caballos la potencia de nuestros futuros autos”. Así, el Bugatti Veyron 16.4 presentado en el año 2005 con el motor de 16 cilindros en W de 1.001 caballos de potencia, fue llevado hasta los 1.200 CV en esta versión Super Sport.
El aumento de la potencia se logró con el uso de cuatro turbocompresores e intercambiadores de calor (intercooler) de mayores dimensiones.
A raíz del aumento de la potencia, se hizo una nueva estructura íntegramente de carbono con menor peso, mayor capacidad de torsión y mejores respuestas en términos de seguridad. Por su parte, la carrocería fue construida con compuestos de fibra de carbono.
Obviamente, el resultado es el auto de producción más rápido del mundo. Según la ficha técnica oficial que difunde la marca en su sitio web, la velocidad máxima que alcanzaría este bólido es de 415 km/h (“para proteger los neumáticos, aclaran entre paréntesis).
Sin embargo, cuando la gente de VW puso el auto a prueba en su pista de Ehra-Lessien, estableció un nuevo record de velocidad para un auto de producción en serie cuando alcanzó los 431,072 km/h. Y en un segundo sprint, llegó a los 434,211 km/h, superando ampliamente las estimaciones iniciales del fabricante.
En aceleración de 0 a 100 km/h mantiene el registro de 2,5 segundos de la versión normal, pero mejoró en el registro de 0 a 300 km/h, donde pasó de los 16,7 a los 15 segundos.
La producción de esta edición especial estará limitada a sólo 30 unidades, que tendrán un valor que rondará el 1.8 millón de dólares. Pero las primeras cinco unidades, conocidas como World Record Edition, ya están vendidas.