Uno de los primeros directivos del país vecino en manifestar la necesidad de mantener la reducción del Impuesto sobre productos industrializados (IPI) fue Marcos de Oliveira de Ford. El reclamo por extender esa medida -que finaliza el 31 de marzo –al menos por tres meses más tiene por objeto evitar una caída profunda en las ventas. Ahora se sumaron VW y los concesionarios.
La puesta en vigencia de la reducción del impuesto tuvo una rápida respuesta en el público y permitió que Brasil revirtiera cinco meses de caída en sus ventas. Y no es un comportamiento menor para la Argentina porque gran parte de las exportaciones tienen como destino Brasil. Si se cae el país vecino, la situación aquí se tornaría más preocupante de lo que se encuentra (y no se dice).
Thomas Schmall, presidente de Volkswagen do Brasil, consideró que la medida debería extenderse por lo menos por tres meses más.
El directivo estimó una baja del 5% en las ventas para este año y podría ser mayor sin la medida de incentivo. El año pasado se comercializaron 2.67 millones de vehículos en el país vecino.
A cambio del IPI, Schmall sostuvo que mientras esté vigente se comiencen a discutir medidas de incentivo en el financiamiento a los consumidores para evitar un parate drástico en las ventas.
Ante la consulta sobre la posibilidad de que el Gobierno le exija a las empresas garantías de empleo como contrapartida para prorrogar el IPI, Schmall señaló que “se puede negociar todo con el Gobierno, pero el que define es el mercado” y agregó “el empleo depende 100% del mercado”.
De este lado de la frontera, si bien el pedido de reducción de carga impositiva en los autos y para la cadena ha sido moneda corriente durante años, hoy entienden que –dada la situación- no hay lugar para ese reclamo…