BMW actualizó en Europa la última generación del Serie 7, su modelo buque insignia, que le dio la bienvenida a cambios en el diseño exterior, el habitáculo, el equipamiento y la mecánica, que incluye un nuevo motor naftero V8.
En cuanto al diseño exterior, lo primero que se ve del modelo, cuenta con un sector frontal que le brinda mayor presencia a través de los 50 milímetros extra de altura y a la flamante y generosa parrilla (es 50% más grande) con los riñones de la marca con marco de una sola pieza.
Está acompañada por ópticas más delgadas que, opcionalmente, pueden tener luces laser BMW.
A lo mencionado anteriormente se suman las nuevas branquias (Air Breathers verticales) ubicadas en los guardabarros delanteros, mientras que la zona posterior ha sido rediseñada e incluye ópticas tridimensionales más delgadas, paragolpes que cuenta con el mismo estilo de las entradas de aire delanteras y salidas de escape con marcos cromados más generosos.
Por su parte, el habitáculo recibió cambios en la presentación (incluye planchas de madera) y en la ubicación de algunas piezas.
Además, posee un sistema de entretenimiento con pantallas táctiles de alta definición para los pasajeros traseros.
Si nos referimos a la mecánica, incluye un nuevo motor V8 naftero con 530 caballos de potencia y un V12 con 585 CV, tres propulsores diésel (con hasta cuatro turbocompresores) con potencias de entre 265 y 400 CV y una versión híbrida enchufable con motor naftero de seis cilindros en línea, batería mejorada, 394 CV y autonomía extendida hasta los 58 kilómetros. En todas las opciones, la caja es automática con ocho marchas.
El sedán de lujo alemán además cuenta con suspensión con amortiguación neumática y sistema adaptativo, dirección activa integral, advertencia de salida de carril, instrumentación con pantalla de 12,3”, asistente de dirección y embotellamientos y control de crucero activo con función de arranque y frenado.