AUTOPARTES: EL GRAN DESAFIO DEL ROJO COMERCIAL

La Argentina ha vivido un proceso de expansión de su industria automotriz en los últimos años. De hecho pasó de fabricar 159.000 autos en 2002 a más de 716.000 unidades en 2010 y  cuenta con espaldas como para replantearse puertas adentro y ganar competitividad. A este ritmo, y con las asignaciones recientes, sumado a la buena perspectiva de demanda local y externa en los próximos años seguiría la expansión, que se aproximaría al umbral del millón de autos fabricados para el 2013.

Sin embargo, aún en un contexto positivo desde el sector terminal, el gran dilema es cómo se podría alcanzar la ansiada meta de derrame hacia el resto de la cadena de valor. Y es aquí donde sobrevuelan grandes desafíos. En este sentido, sectoresonline.com, la nueva división de la consultora Abeceb.com que dirige Dante Sica plantea que el primer interrogante es saber qué capacidad tiene el autopartismo para acompañar el proceso expansivo, dadas las limitaciones en el mismo.

DEBATE
 Con esto, los principales representantes de la cadena automotriz y los actores del sector público involucrados en las políticas industriales nacionales se reunirán  mañana en Córdoba en el marco de los foros industriales, para disertar acerca de los problemas estructurales de la cadena. En el Hotel Sheraton a partir de las 9 am se buscará delinear un plan de largo plazo que logre limitar el creciente déficit comercial que muestra el sector automotor consolidado que obedece, fundamentalmente, a las importaciones de autopartes.

El debate continúa y sectoresonline.com describe en parte el escenario actual.
 
La producción de todas las terminales se expandió el año pasado, con algunas empresas que inclusive hoy están incorporando nuevos turnos de producción para atender la demanda creciente, tal es el caso -por ejemplo- de M-B que confirmó el arranque del segundo turno en Virrey del Pino.

Esto implicó un crecimiento apostando a la mayor productividad y un mayor uso del capital trabajo. Ahora, se aproxima la “etapa difícil” del crecimiento industrial, con la necesidad de agregar más capital al proceso productivo, si se planea expandir la frontera de posibilidades de producción. Esto ya se viene realizando y en vísperas de una mayor producción, se busca llevarlo aún más lejos.

Pero el déficit comercial mayor del sector está en el eslabón del autopartismo y se ha ido profundizando en los últimos años en el marco de mayor producción de vehículos en el país. La fabricación récord se tradujo en importaciones récord en tanto las inversiones más fuertes se realizaron en ciertos tramos de la cadena, más vinculados a la producción de las terminales que a las partes que componen el vehículo.

TAREA PENDIENTE
De esta manera, la situación autopartista es más débil en rubros como piezas de motor, ya sea forjadas y fundidas, lo cual dificulta las oportunidades para la producción local de sistemas y conjuntos relevantes del automóvil explica el informe de  sectoresonline.com.
 
Si se remite a los números, en 2010 el déficit comercial sectorial se ubicó en casi u$s 6.000 millones, producto de un rojo de u$s 6.800 millones de autopartes y un superávit de u$s 1.018 millones en cuanto a vehículos. Con eso y en este escenario, es necesario mejorar fortalecer la cadena de valor, con especial foco en el autopartismo, como paso a una industria competitiva regional.

Sin embargo, aún en un contexto positivo desde el sector terminal, la nueva división que está llevando adelante Sica señala que el gran dilema es cómo se podrá alcanzar el efecto derrame hacia el resto de la cadena de valor. Y es aquí donde sobrevuelan grandes desafíos.

Como aspecto positivo, se puede destacar que más del 77% de la producción se pueden explicar por modelos que tienen menos de 4 años de lanzamiento. Esto da cuenta de una producción nacional que se encuentra a tono con las nuevas tendencias de la demanda.

Se produce una oferta que se puede considerar “nueva” que permite un posicionamiento activo dentro de Latinoamérica como exportador de vehículos (más del 66% de la producción se exporta a 59 países). Asimismo, se mantiene a Brasil como principal socio, ya que allí se destina el 53% de los autos producidos en Argentina.

Alcanzar el libre comercio con Brasil y el millón de unidades producidas emerge como un futuro cada vez más cerca, en tanto se continúe con el proceso de inversión en capacidad instalada y el ciclo de reasignación de modelos. Será necesario fortalecer la cadena de valor, con especial foco en el autopartismo, como paso a una industria competitiva regional.

Más allá de la efectividad o no de las actuales medidas diseñadas para fortalecer el eslabón autopartista, el sector cuenta con importantes desafíos pendientes como la implementación de medidas tendientes a apostar a la calidad y la integración de los distintos actores que componen la cadena, que resulta muy heterogénea. El planteo no es nuevo, se refuerza con el impulso del sector y la búsqueda de una solución se hace cada vez más imperiosa.