De vez en cuando, quienes pueden y tienen acceso a los superdeportivos como los que ves en imágenes, ponen frente a frente autos que lamentablemente ni en la Argentina ni en la región, como estos RS 6 y BMW M5.
Pero claro, no estamos hablando de dos unidades convencionales sino de la versión del RS 6 modificada por la conocida preparadora ABT y del BMW M5 pero en su versión CS, que responde a “Competition Sport”.
Uno de los encargados de la compulsa fue el mismísimo Daniel Abt, piloto de Formula-E y, obviamente, está familiarmente relacionado con la empresa alemana especializada en el Grupo Volkswagen que siempre presenta nuevos tuneos (LINK).
Fueron cuatro pasadas aunque marcadas por la humedad, ya que el asfalto estaba mojado producto de constantes lluvias teutonas y eso incidió naturalmente en la eficiencia de las aceleraciones. Por eso tres fueron desde partida detenida y una extra con los autos ya lanzados.
El modelo de Munich (LINK) tiene un motor V8 de 4, 4 litros que desarrolla 635 CV, un par de 750 Nm y acusa 1.900 kilos en la balanza. El de Audi, impulsado también por un V8 de 4 litros pero con una rosca más: 740 CV, 920 Nm y 2.150 kilos. Los dos, con tracción integral y precios de 180 y 205 euros, respectiva y aproximadamente.
Para la primera pasada, Abt puso el control de estabilidad del Audi en modo sport y, pese a una mala partida del BMW, el sedán se pudo recuperar y terminó adelantando al de Ingolstadt a último momento.
La segunda salida fue completamente a la inversa, ya que el BMW salió de manera correcta pero aún así el Audi hizo pesar su ficha técnica y se alzó con la victoria por algunas milésimas, algo que se repitió en la tercera carrera.
Para la cuarta pasada, largando a 60 km/h en movimiento, el BMW sacó a relucir su elasticidad y ganó de punta a punta, con los dos alcanzando, a la hora de llegar a la meta, los 230 km/h según sus tableros.
Así las cosas, pese al empate técnico, pareciera que el Audi por potencia nominal y por la forma en que ganó las drag races se encuentra un escalón por encima del “Be-Eme”. Para vos, ¿cuál anda mejor?
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