La casa de Ingolstadt reveló los cambios que implementará en toda la familia A5 (Sportback, Coupé y Cabrio, así como sus variantes S). La nueva generación del debutará en el Salón del Automóvil de Frankfurt, en septiembre próximo y se estima que estará a la venta hacia noviembre.
Las modificaciones estéticas, que son de importancia y alinean su diseño con el de las últimas creaciones de la firma de los cuatro anillos, no son las únicas. También hay mejoras en las motorizaciones y en el equipamiento. Una novedad importante desde el punto de vista práctico es que el A5 Sportback se podrá solicitar con cinco plazas; el resto mantienen cuatro.
Los cambios de aspecto más importantes están en las ópticas delanteras (que además, si se opta por la iluminación de doble xenón, la luz de marcha diurna tiene forma de horquilla), en la parrilla, los faros traseros y en los paragolpes (que adoptan faros antiniebla alargados y no redondos, y tienen un diseño más agresivo). Las ópticas ya no son más rectangulares. Aunque siguen siendo poligonales, adoptan una fisonomía como si estuviera frunciendo el seño, lo que también le da un aire más agresivo. A pesar de los cambios de aspecto, la longitud de las carrocerías casi no cambia (sólo aumenta
En el habitáculo fue rediseñado el volante, es nueva la palanca de cambios automática y se ven ligeros cambios en el instrumental, así como tonalidades inéditas, pero la gran novedad es la posibilidad de disponer de una tercera plaza trasera en el modelo Sportback. Las palancas de la columna de la dirección, la tecla que cambia el modo de conducción (“Audi drive select”; ahora con un nuevo ajuste “efficiency” que ayuda a gastar menos carburante) y los mandos del climatizador también fueron modificados. El tablero está iluminado en color blanco y el mando MMi que hay entre los asientos delanteros tiene menos teclas.
Las motorizaciones también tuvieron cambios, con la incorporación de nuevas mecánicas y la desaparición de otras. La gama queda compuesta por cuatro Diesel con potencias entre 177 CV y 245 CV y cuatro nafteros con potencias desde 170 CV (1.8 TFSI) hasta los 333 CV (correspondiente al 3.0 TFSI de los modelos S5), todos ellos sobrealimentados. Salvo el más potente, todos van asociados a un sistema de arranque y parada automática del motor durante las detenciones.
Audi dice que, en parte por este dispositivo, el consumo medio de carburante ha bajado en conjunto un 11%. El Audi S5 Coupé perderá el actual 4.2 V8 FSI de 354 CV en favor de un motor más pequeño y menos potente que reduce el consumo en nada menos que un 20% sin perjuicio de las prestaciones (según Audi), que 4,9 segundos para el