Rolls Royce presentó la octava generación del Phantom, un sedán de lujo que surgió en el año 1925, y que nuevamente redobla la apuesta con más tecnología, lujo y confort.
El modelo posee el estilo exterior que caracteriza a la marca, propiedad del Grupo BMW, a lo que le suma una nueva arquitectura de aluminio que es 30 por ciento más de rígida que la del Phantom anterior.
El modelo además cuenta con mayor espacio puertas adentro, donde abunda el lujo y el confort, ya que entre sus “chiches” posee un minibar con vasos de whisky, copas de champán, decantador y heladera.
Entre el equipamiento, el Rolls Royce más reciente tiene tablero con pantalla de 12,3”, dirección en las cuatro ruedas, alerta de colisión, visión nocturna, puertas automáticas, control de crucero activo, alerta de peatones, visión de 360° y alerta de cambio de carril, entre otras ayudas a la conducción.
Por otro lado, el sedán británico posee dos opciones de distancia entre ejes y una insonorización con 130 kilogramos de aislamiento acústico que, según la marca, lo convierte en “el automóvil más silencioso del mundo”.
La mecánica está compuesta por un nuevo motor naftero V12 con 6,75 litros y sobrealimentación por medio de dos turbocompresores, características con las que desarrolla 571 caballos y 900 Nm de torque.
A eso se le suma una caja automática ZF con ocho marchas y el sistema de suspensión neumática que se anticipa a las irregularidades del camino.
