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TIEMPO MOTOR 4x4 TIPS

USADOS 4X4: JOYA. NUNCA TAXI

* Las 4×4 “producidas” y que “sudan” accesorios deben mirarse con recelo y cuatro ojos: muchos de los accesorios no originales (defensas, neumáticos XL, malacates, etc.) directamente inhabilitan la garantía de fábrica. Atento entonces, sobre todo en aquellos caso de garantías transferibles.

* Los neumáticos de uso mixto son bastante más caros que los originales (y buscados en aquellos que dan buen uso a la doble) y, a igualdad de modelos y precios, puede incidir en la decisión final. Si nos encontramos ante un juego en buen estado tenemos garantizadas muchas travesías por delante, pero cuidado: habrá que prestar atención si responden a la medida original porque en caso de sobrepasarla se deberá chequear con especial recelo que no hayan “marcado” los guardabarros, poner atención a los anclajes de suspensión, extremos de dirección y amortiguadores, elementos y mecanismos que presentarán desgaste mayores.

* Indefectiblemente la compra de un 4×4 exige, además, la consulta con un mecánico de confianza para observar con autoridad motor y transmisión. Pero además exija pasar por una fosa o elevador: única geografía que permitirá una inspección exhaustiva del chasis o monocasco y apreciar con buena luz: golpes, herrumbre, soldaduras, limpieza y cuidado en general. Nunca está demás detenerse en los marcos inferiores de las puertas y zócalos, testigos insobornables de daños estructurales.

* No hay que creer que llegar a un 4×4 implica –sí, sólo sí- tener que hacer una gran erogación monetaria: hay suficientes unidades usadas que se consiguen a un precio accesible y, siendo bien usadas y tratadas, permiten gozar de muchos kilómetros de aventuras. Un vehículo de doble tracción correctamente tratado y mantenido, a veces, es mejor que los impolutos que nunca pusieron la doble en su vida: los mecanismos se gastan de utilizarlos, de no cuidarlos… o de no usarlos.

* En un 4×4 la transmisión juega un rol fundamental y junto al motor representan el alma del vehículo. Será pues también la zona donde se aprecian los mayores desgastes y que, de ser necesario, justificará o no las reparaciones más onerosas. Una vez en la fosa o elevador y con las cuatro ruedas en el aire chequear ruidos, “juegos” de diferenciales, inserción de la reductora, movimiento de semiejes, ruidos en la caja de velocidades, etc.

* Teniendo en cuenta que los riesgos en este tipo de vehículos son mayores, es importante -si se realizaron reparaciones- constatar el nivel de profesionalismo y la utilización de repuestos originales. El mejor análisis clínico y garantía de lo que se va a comprar lo puede dar el seguimiento en el taller oficial a través de los services pautados en el manual. Es un dato como para tener muy en cuenta.

* En aquellas unidades del tipo monocasco se debe centrar la mirada en las torretas de suspensión: inequívocos testigos de abusos tales como saltos, panzazos, etc. accidentes que dejan huellas imposibles de disimular (pliegues en la chapa, detalles de pintura, etc.).

* Encontrarse con un ejemplar que presenta motor y chasis limpios es un signo bueno: la primera lectura es que no se quieren disimular pérdidas de lubricantes, fugas o roturas. Las tuercas o espárragos de los órganos principales también pueden brindar una idea (por las marcas de las llaves empleadas para quitarla o ajustarlas) de muchos desarmes y reparaciones.

* Las alfombras sin son originales y no están desteñidas, representan un buen indicio de no haber pasado por inundaciones, por ejemplo. No tengas miedo en acercar la nariz y olfatearlas cual Sherlock Holmes: el tejido mojado queda impregnado del vaso a humedad por mucho tiempo; nunca está de más también observar pedales, pomo de la selectora y aro del volante: demasiado brillo en superficies plásticas demuestran desgaste evidente.

* Sabelo: el barro o salitre no terminan de salir “nunca” de las esquinas del interior… y si fue desalojado es porque el dueño la cuidaba bien.

* No te dejes seducir por accesorios “aleatorios” que no hacen a la esencia ni carrocerías súper lustrosas. Encontrar “el” 4×4 requiere de paciencia, tacto y tiempo.

Confiá en unidades que presenten signos lógicos de uso: es raro encontrar una joya de la abuela, salvo contadas excepciones, los 4×4 se compran para usarlos (mucho o poco) como tal. Si todas las partes de la carrocería son originales, es un buen comienzo ante de la revisión severa.

Algunos gadgets para utilizar:
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a prueba de la unidad a adquirir sobre un piso empedrado o similar, permitirá obtener rápidamente, un estado de “ajuste general”: en el portón trasero, en el caso del los SUV, es muy difícil de callar “grillos” aparecidos por torsiones indeseables.
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