La situación es tensa, confusa y luego de las numerosas quejas y manifestaciones de preocupación (incluso desde Uruguay) el Ministerio de Industria excluyó a materiales de autopartes y metalmecánica del régimen de Licencias No Automáticas.
A través de la resolución 77 publicada en el Boletín Oficial, los importadores gozarán de un permiso de 60 a 180 días para ingresar al país sin tener que pedir las problemáticas Licencias No Automáticas (LNA).
La resolución 77, que se publicó en el Boletín Oficial, le permitió al Gobierno destrabar el conflicto con un sector y este no tendrá que tramitar las LNA, sino que deberá gestionar un permiso para importar productos. La excepción durará desde 60 hasta 180 días y deberán presentar una nota en el Ministerio de Industria.
Pero esta apertura de corralito de unas doce posiciones arancelarias se combina con la puesta en marcha de la normativa que limita el ingreso de 200 productos, entre los cuales se destacan los autos de alta gama, electrodomésticos, celulares, bicicletas, vajillas, grupos electrógenos y textiles.
USADOS EN ALZA
En el caso de los autos, la medida oficial establece que ingresan al sistema de licencias no automáticas de importación los 0 km nafteros de más de 3.000 cc de cilindrada y los diésel de más de 2.500 cc. El objetivo es reducir este año el 20% de la importación de autos. Pero esta medida que se hizo efectiva ayer, ya viene impactando en el sector desde hace semanas y las trabas comienzan a tener efectos paralelos en el precio de los usados.
De acuerdo a una nota de Ambito Financiero, el primer efecto a este freno a la importación de 0 km de alta gama se producirá en el segmento de los vehículos usados, especialmente en los de hasta tres años de antigüedad, ya que se prevé que provocará una suba de los precios de los autos de segunda mano ante la falta de unidades nuevas.
Consultado por Ambito, Alberto Principe, presidente de la Camara del Comercio Automotor (CCA) señaló que "la lógica indica que si este problema no se soluciona en el corto plazo, los autos que en el sector llamamos usados jóvenes, de dos o tres años para atrás, van a subir hasta acercarse al valor actual de un 0 km e, incluso, llegar a superarlos".
Pero no sólo esta consecuencia puede tener la medida oficial de limitar las importaciones de los vehículos premium. También se teme que puede provocar una caída de la demanda de los vehículos importados en general mientras se mantenga confusa la implementación de este sistema.
En la actualidad se estima que hay unos 3.000 autos retenidos en la Aduana. La mayoría de estas unidades está vendida o señada por parte de los futuros propietarios, pero al aplicarse sorpresivamente este nuevo régimen se generó un conflicto. Los compradores reclaman por su auto adquirido, y los vendedores deben dar explicaciones por un problema que ellos no generaron ni pueden solucionar.
La preocupación es que ante esta situación, aquellos consumidores que tenían pensado comprar un vehículo importado afectado por la nueva restricción no opten por modelos que tengan impedimentos para ser importados.
La situación es delicada para algunas marcas, ya que cuentan en su red de concesionarias con stock para menos de 60 días, por lo que podrían quedarse sin vehículos para vender si no se liberan los embarques que están en el puerto indica la nota.
Con este nuevo escenario, y en un año que parecia ser "imparable", varias marcas ya deben replantear las proyecciones de crecimiento que tenían para este veinte once.