Si hay algo que ha caracterizado a Chile en los últimos 30 años, desde que el grupo académico denominado “Chicago Boys” instituyó un modelo económico de apertura total y libre mercado, es su diferencia con respecto a las políticas de intercambio con sus vecinos regionales del bloque MERCOSUR, cristalizándose en tratados comerciales con el Primer Mundo desde carriles alternativos.
Quizás esa sea la razón por la cual el Salón de Santiago de Chile 2008 presente una variedad de marcas y modelos verdaderamente sorprendente, incluyendo automotrices que jamás se han oído nombrar en Argentina, Brasil o Uruguay. Resulta notable cuán distinto es el mercado automotor chileno con respecto al argentino teniendo en cuenta la proximidad geográfica.
Este Salón de Santiago 2008 -en consonancia con las tendencias del Primer Mundo con respecto a políticas favorables al medio ambiente y autos pequeños de bajo consumo- se trasladó hasta el Espacio Riesco, un lugar con la capacidad necesaria para desplegar las ¡53! marcas que participan. Con esa cifra a Chile le alcanza y le sobra para montar la muestra más variada del Continente.
Luego de dos años de ausencia del evento, el dato sobresaliente en la presente edición es la abrumadora presencia de marcas chinas y coreanas que se esparcen por el Salón. Para Iván Silva, vicepresidente ejecutivo de la Asociación Nacional Automotriz de Chile (ANAC), este salón se diferencia de sus antecesores, fundamentalmente, por su mayor tamaño y por el incremento en la cantidad de exponentes, puesto que “tendrá 53 marcas, versus 33 que tuvo la versión 2006. Es uno de los cinco salones del mundo con mayor cantidad de marcas de todo tipo de procedencia, destacando en la presente edición las 14 marcas chinas que se muestran”, indicó. 
La muestra da preponderancia a lo último en tecnología verde y autos más seguros. Hay concept cars que comparten lugar con los más híbridos y eléctricos, muy amigables con el medioambiente. En tanto, pese a la crisis financiera mundial, el mercado automotor chileno goza de salud, por lo que los compradores con capacidad adquisitiva buscan cada vez modelos más exclusivos y lujosos.
En ese tren, se exhibe la última versión del deportivo Lamborghini, el “Superleggera” (superligero), el auto más veloz de los que se ofrecen en el mercado andino. Este deportivo se suma a las huestes del Ferrari F430m (480 caballos de fuerza) y ronda los u$s350.000. El modelo en exhibición ya fue vendido.
La convocatoria de este Salón es todo un éxito, a pocos días de su finalización ya superó la marca de las 140.000 visitas de la anterior edición.