Desde el arranque de la crisis, la marca del óvalo buscó distanciarse y diferenciarse de sus competidoras y vecinas: GM y Chrysler. Ahora, Ford sacó un nuevo margen al anunciar que logró reducir su deuda en u$s9.900 millones, lo que le permitirá ahorrarse u$s500 millones al año en intereses, tras completar el plan de reestructuración.
Al 31 de diciembre del año pasado, Ford tenía una deuda de u$s25.800 millones.
El presidente ejecutivo de Ford, Alan Mulally, señaló a través de un comunicado que “la reducción sustancial” de la “deuda es otro paso más para crear una empresa viable e interesante”. El plan de reestructuración supuso el intercambio de u$s2.400 millones en efectivo y 468 millones de acciones a cambio de la eliminación de los u$s9.900 millones.
“Como es el caso de nuestro reciente acuerdo con el sindicato United Auto Workers (UAW), Ford sigue liderando el sector al tomar acciones decisivas necesarias para capear el actual bajón y producir crecimiento rentable en el largo plazo”, indicó el máximo piloto mundial de la compañía.