Por Alicia Ryzewski
La industria automotriz fijó su norte. De cara a 2012, las expectativas están en alcanzar al menos una producción de un millón de unidades. Si bien las señales externas y el desempeño actual de los mercados hacen prever que la meta se alcanzará, ¿cuáles son las tareas pendientes para lograr el cometido cuando ciertos indicios generan inquietud?
“La previsibilidad y las proyecciones sobre la macro deben ser las acertadas. La tarea en la Argentina es difícil por la volatilidad del pasado. Pero hoy las inversiones no se deciden por un mercado, sino que las asignaciones son globales. Hay que demostrar que invertir en una planta argentina es invertir en un mercado ampliado”, señaló Enrique Alemañy, presidente de Ford Argentina, en el marco Seminario “Factores para un proceso inversor sustentable en el sector automotor”, organizado por la Asociación de Fábricas de Autocomponentes (Afac) que preside Rodolfo Achille.
“Es un logro haber iniciado el MERCOSUR para pensar en el largo plazo y las proyecciones macroeconómicas –del país vecino- son esenciales para llegar a producir un millón de unidades aquí en la Argentina”, continuó el piloto de la firma del óvalo. Pero el número redondo al que aspira llegar el sector en los próximos cinco años, requiere de la demanda sostenida de los mercados de la región y algunos condimentos extras.
“El ticket de entrada es la capacitación y tener los costos competitivos en precios relativos en relación a aquellos países con los que competimos por inversiones”, dijo el directivo y en su exposición añadió que “nos estamos volviendo Brasil-dependiente y dejando a México como mercado de oportunidad de crecimiento porque ya que se está perfilando como una amenaza”. No es un sentimiento que pasa desapercibido en el sector y fue ratificado por el economista Dante Sica, titular de la consultora Abeceb.com.
“Con los niveles de salarios del 2008 ya no somos competitivos para exportar a zonas dólar como México. Dependiendo de la planta, estamos como en San Pablo y más caros que algunas zonas del norte de Brasil e incluso por arriba de México lo que se traduce en un problema para competir por nuevas inversiones”, argumentó Sica.
En el escenario mundial la competencia es feroz y según coincidieron los empresarios del sector “hay una gran pelea por tener industria automotriz”. En este sentido, destacaron que tanto Brasil como México cuentan con políticas consistentes para no perder flujos de inversión. “Nosotros lo tenemos que hacer. Es necesario un escenario macro estable y previsible”, señaló Alemañy.
En este tren, el directivo indicó que desde la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), se está trabajando en una batería de medidas “para viabilizar inversiones” como la utilización de saldos disponibles para nuevos desembolsos; medidas para el sector autopartista y su mejora tecnológica; y para incentivar el Power Train (producción de motores y cajas de cambio). En este último punto, “es en lo que tenemos un mayor retraso con los competidores”, dijo el piloto de la terminal de Pacheco.
Desde el lado autopartista, el eslabón de la cadena que llevó adelante la convocatoria para hablar de tareas pendientes, lo esencial es terminar de definir la Política Automotriz MERCOSUR (PAM). “Es necesario lograr la complementariedad con Brasil para poder planificar a 15 años para que podamos desarrollar inversiones”, indicó Fabio Rozenblum, vicepresidente de Afac al transmitir la posición concensuada de los fabricantes de piezas. Asimismo, añadió que en materia de medidas a modificar, “se deberían eliminar ciertos impuestos distorsivos y lograr una normalización de los impuestos que se manejan a nivel municipal, provincial y nacional”.
PIDO LA PALABRA
“Un país no puede ser campo o industria, pyme o gran empresa. Se tiene que agotar esa discusión porque sino se termina es difícil pedir al Gobierno que defina políticas a largo plazo. Políticas activas necesarias para que nos coloque en un pie de igualdad en relación a otros mercados”, Javier Madanes Quintanilla, presidente de Aluar y Fate.
PASILLEO
El Grand Salón del Four Season estuvo concurrido por altos directivos de la cadena de valor automotriz. Cantaron presente: Kazuyoshi Matsumoto, gerente manager de Toyota Argentina; Aníbal Borderes, presidente de Toyota Argentina; Daniel Afione, gerente de RR.II de Toyota; Osvaldo Baños, presidente de PSA Peugeot Citroën Argentina y titular de Adefa; Fernando Questa, director de RR.II. de PSA; Hernán Bardi, Gerente de Relaciones Externas de PSA; Dante Alvarez, presidente de la Asociación de Concesionarios (Acara); Enrique Alemañy, presidente de Ford Argentina; Jorge Di Nucci, director de RR.II de Ford Argentina; Analía Pellegrino, directora de RR.II de IVECO; Felipe Rovera, ex presidente de GM Argentina; y a Fernando Gorvarán, presidente de Indexport Messe Frankfurt.
También se pudo ver a Daniel Benvenuti, presidente de Bridgestone/ Firestone Argentina dialogando con su par, Javier Madanes Quintanilla, titular de Fate y Aluar.