En Argentina, la Chevrolet S10 producida en Brasil sumará en marzo, al igual que la Trailblazer, el filtro de partículas DPF (Diesel Particulate Filter). Es un sistema que reduce las emisiones contaminantes, con el objetivo de cumplir con la normativa Euro 5. Para ello, el motor debe ser alimentado con gasoil grado 3.
Asociado al sistema de escape, tiene la función de retener el material particulado (hollín) de los gases generados por el motor turbodiésel 2.8, que entrega 200 caballos de potencia y hasta 500 Nm de torque.
El proceso de “regeneración” del dispositivo permite la limpieza automática del filtro, mientras que los residuos de la combustión del motor pasan a ser dióxido de carbono y vapor de agua. Además, se limpia de forma periódica durante la circulación.
Hay tres instancias. En la primera durante la utilización normal, el proceso es imperceptible para el conductor, que en la segunda instancia es alertado por un cartel en la computadora de a bordo. En la tercera instancia debe dirigirse a un concesionario oficial.
“Con el filtro DPF la Chevrolet S10 suma más tecnología, esta vez relacionada con el cuidado del medioambiente. Recientemente había incorporado CPA, un innovador sistema que reduce el ruido y las vibraciones en el habitáculo, al mismo tiempo que mejora los valores de aceleración y recuperación de velocidad y optimiza el consumo.
Sin duda, la S10 sigue evolucionando continuamente sumando cada vez más equipamiento atractivo para el cliente en el segmento de pickups”, expresó Agustín Mazzola, gerente de Marketing Producto de General Motors Mercosur.