Primera Mirada Autos

PRIMERA MIRADA: CHEVROLET CRUZE 5 PUERTAS LTZ AT

CHEVROLET CRUZE 5 PUERTAS: FALTA ENVIDO


El Cruze es muy especial para Chevrolet ya que es uno de los modelos que más levanta la imagen de la marca. Es el primero de la gama que se aleja del concepto de auto popular: diseño, calidad, tecnología y equipamiento de primer nivel hacen de este sedan un mediano deseado. Y en noviembre del año pasado se completó la gama con la llegada de la carrocería de cinco puertas o hatchback. Le trae más versatilidad al modelo en cuanto al alcance del público (no es tan familiar y apunta a un público más joven y adepto a la estética deportiva), y luce mucho más logrado desde el punto de visto del diseño. Tuvimos un breve contacto con un LTZ de caja automática y a continuación te contamos nuestras impresiones.

El primer comentario salta a la vista: el diseño y las evidentes diferencias en cuanto a carrocería respecto del cuatro puertas. Este bicuerpo está mucho mejor logrado (opinión sumamente personal y compartida por los integrantes de TM), es más armónico y atractivo, y eso que fue desarrollado después del tricuerpo, cuando suele ser al revés, ya que es más común que a un bicuerpo se le agregue el baúl.

Es cierto que en general los bicuerpo son más atractivos, pero en este caso en particular los diseñadores de Chevrolet hicieron un trabajo excelente ya que la vista trasera de este Cruze es particularmente agradable, más que la de la mayoría de los competidores. Se destacan sus grupos ópticos, la caída del techo que remata en una luneta pequeña (de corte deportivo) y un aplique de plástico negro que en la parta central baja del paragolpes.

Como ya lo mencionamos en el test del cuatro puertas 1.8 en diciembre de 2010, la mecánica del Cruze es una de sus principales virtudes, y vuelve a poner a Chevrolet a la altura de los mejores del segmento. Es que los motores que tenía el Vectra eran algo anticuados. Este se trata de un bloque de 1.8 litros con muy buena potencia específica ya que alcanza los 141 CV. Es suave y progresivo, como la mayoría de los motores hoy en día, y de consumos bajos, aunque no sorprendente.

Y la cosa mejora aun cuando se trata de la caja automática. Nos ha dejado una muy buena sensación. Es rápida, eficiente y obediente. ¿Qué significa esto? Rápida porque el pasaje de cambios es rápido, y en el manejo secuencial manual tarda muy poco en pasar de marcha una vez que le das la indicación con la palanca. Eficiente porque no tiene patinamientos notorios por lo que no pierde potencia, y obediente porque hace lo que uno quiere. En manejo automático es sensible al acelerador, o sea que cuando detecta que necesitamos aceleración rebaja de sexta a cuarta en un santiamén, y en manejo manual se queda en el cambio que está por más que hundas el acelerador (la mayoría de las cajas automáticas hacen el rebaje igual). Además te permite tirar rebajes cercanos a la zona roja del cuentavueltas.

Esta caja automática tiene 6 marchas, algo poco común en el segmento de los medianos generalistas. La sexta es muy larga, ideal para la ruta. A 100 km/h viaja a 2.300 rpm, o sea muy descansado, con consumos mínimos. A esa velocidad en quinta va 3.000 y en cuarta va a 4.000 rpm. Esto muestra que las primeras marchas son cortas y a medida que avanza se van haciendo largas.

Como te contamos, en manejo secuencial la caja se planta en el cambio que esta a menos que vos lo cambies desde la palanca. Entonces, si venís en sexta marcha y querés hacer un sobre paso, necesitás la ruta del desierto y despejada para pasar un auto en ese cambio. En sexta tarda nada menos que 25 segundos en pasar de 80 a 120 km/h. Es muy poco elástico debido al desarrollo muy largo de ese engranaje. En ciertos casos va a ser necesario pasar a cuarta ya que la quinta también quedará larga si el zorpaso es jugado: 13 segundos para pasar de 80 a 120 km/h. A 130 km/h la computadora de a bordo marcó un consumo de 10,4 km/l, mientras que a 100 km/h era de sólo 12,7 km/litro.

En el interior no cambia nada, ni siquiera la habitabilidad en las plazas traseras que es muy buena, con generoso espacio para las piernas. Habría que comparar con mayor rigurosidad si la altura al techo fue reducida, de todas formas no se trata de un defecto de esta versión. O sea que sigue siendo un auto cómodo, bien insonorizado y con un excelente equipamiento. Lo que sí cambia es el baúl que pasa de tener 450 litros a 413, pero sigue siendo un baúl enorme por tratarse de un bicuerpo.

La postura de manejo es cómoda, con butacas más bien duritas y de buena sujeción. El radio de giro también nos pareció bueno, haciéndolo fácil de maniobrar. En cuanto a seguridad no le falta nada importante: seis airbags (mucho más de lo que algunos competidores directos ofrecen), ABS con repartidor electrónico de frenado y asistencial al frenado de urgencia, control de tracción y de estabilidad desconectables, anclajes ISOFIX y cinturones de 3 puntos en todas las butacas y sus respectivos apoyacabezas. Además tiene antinieblas adelante y atrás, y también alarma por no colocación del cinturón del conductor.

El confort está garantizado con una muy buena dotación de equipamiento que incluye, por ejemplo, control de velocidad crucero y comandos de radio en el volante. Tiene luz de lectura para los de atrás, doble posavasos adelante, portamapas en las cuatro puertas de muy buena capacidad, apoyabrazos atrás con posavasos y hasta una salida de 12 V extra para las plazas traseras.

El precio de esta versión con caja automática es de 150.150 pesos, 9.000 pesos más que el manual de 5 puertas. El Cruze 1.8 LTZ automático pero de cuatro puertas cuesta 154.350 pesos, o sea que es 4 mil pesos más caro. Se trata de un precio razonable por el producto que ofrece, más teniendo en cuenta que se fabrica en Corea.
 

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