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PARA UN PRIVILEGIADO

ALFA 8C: LA TRADICION DEPORTIVA ITALIANA EN ARGENTINA

El impacto y admiración que produjo el Alfa 8C entre el público en el auto show alemán fue tal que se consideró la posibilidad de producirlo en serie. Pero a cambio, en el Salón de París de 2006, se anunció que se produciría en edición de 500 unidades a un precio estimados de 173.000 euros.
Aunque un después del anuncio los responsables del cuore sportivo recibieron 1.900 pedidos del 8C: la distribución dispuesta concedería 84 unidades a Italia, un volumen similar a los Estados Unidos, 81 a Alemania, 69 a Japón, 39 a Francia, 13 a España, 12 a Bélgica y 118 al resto del mundo. De ese resto, el Gruppo Modena –importador oficial en el país- trajo “1” para la Argentina (se dice que para el mismísimo Cristiano Rattazzi, presidente del Grupo Fiat). Dado que en el horizonte cercano no hay pedidos- de según voces consultadas en el centro de operaciones de Figueroa Alcorta-, será el único que rodará por las calles y rutas argentinas.

El 8C es el primero que surgió de la colaboración entre Alfa y Maserati que supervisó Karl Heinz Kalbfell, antiguo director de Alfa y encargado de realizar un conjunto de vehículos de carácter deportivo a partir de ambas marcas.
El deportivo tomó como base la plataforma acortada de Maserati y se combinó con una estructura de fibra de carbono que además se mantuvo como material de los interiores, junto con piezas de aluminio. Todo esto permite conjugar una presentación deportiva y elegante. Los asientos son del tipo de competición, con tapicerías especiales que se ofrece en cuatro colores de carrocería.

Bajo el capó, se encuentra un motor V8 de 4,7 litros y 450 caballos capaz de superar los 300 km/h. El cambio de seis marchas y embrague automático, cuenta con levas en el volante. Existe un programa Sport que acorta los tiempos de cambio de marcha además, abre las válvulas de los dos tubos de escape, que suenan como los coches de competición de la marca en otras épocas.

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