El laboratorio de pruebas de choques de la marca sueca celebra una década de pruebas. Los casi 3.000 crash test que se llevaron a cabo durante estos 10 años en esas instalaciones de alta tecnología ayudaron a los clientes de Volvo a tener autos cada vez más seguros.
“Podemos replicar la mayoría de los escenarios de incidentes y accidentes que tienen lugar en las calles. A través del análisis de estos escenarios y luego de las pruebas de nuevas tecnologías de seguridad en el laboratorio de choques, podemos mejorar el nivel de seguridad en nuestros autos y que estos se vuelvan mucho más seguros en las condiciones del tránsito real”, señaló Thomas Broberg, asesor de Seguridad de Volvo Cars.
Cuando el centro de seguridad se inauguró allá por el arranque del SXXI, se posicionó como uno de los más avanzados en la industria automotriz, lugar que mantuvo gracias a la continua implementación de nuevos equipamientos y métodos.
El último avance que se introdujo fue el de las cámaras digitales de alta velocidad que pueden captar 200.000 cuadros por segundo. “Las nuevas cámaras nos permitieron estudiar los choques al mínimo detalle. Incluso es más, tenemos una serie de cámaras de miniatura que están instaladas dentro del auto para captar lo que sucede con varios componentes clave del vehículo”, agregó Broberg.
El laboratorio de choques de Volvo tiene una pista de prueba fija y otra movible. Esta última puede ser ajustada de 0 a 90 grados. Esto hace posible llevar a cabo tests que incluyen una variedad escenarios distintos, desde impactos frontales hasta laterales entre dos autos en movimiento a diferentes ángulos y velocidades. Incluso, ambas pistas tienen un piso transparente lo que permite filmar los choques desde abajo.
“El grado de precisión que tenemos en nuestros test entre dos autos que se chocan a 50 km/h es de dos centímetros. Esto corresponde a dos milésimas de segundo. Para tener una idea real de lo que esto significa, el pestaneo del ojo humano toma unas 60 milésimas de segundo. Esto dice todo acerca la precisión de nuestro laboratorio”, destacó el responsable de seguridad de la automotriz.
Además de los empleados full-time del laboratorio, existe una dotación de aproximadamente 100 soldados silenciosos que también forman parte del staff corporizados en crash-test dummies: hombres, mujeres y niños de diferentes medidas y edades. Los dummies son avanzados instrumentos de medición con diferentes diseños y configuraciones para diferentes situaciones de choque.
“Para poder ofrecer autos con alto nivel de seguridad tenemos que asegurar que nuestros sistemas sean compatibles para ocupantes de diferentes medidas en un amplio rango de velocidades y en varias situaciones de tránsito. Esa es la habilidad que tiene nuestro centro de estudio de replicar accidentes del tránsito real y que se posicione como un laboratorio único en el mundo”.