El vínculo entre Harley-Davidson y Swarovski nació años atrás a partir de las colaboraciones que la dueña de la marca de los “cristales” concretó en la confección y diseño de prendas de vestir de la firma norteamericana. Parte de la colección de H-D lleva aplicaciones de cristales de Swarovski y de ahí surgió la idea de concretar un segundo paso en el diseño de una moto.
La elección del modelo no fue al azar, y se escogió el Fat Boy ya que representa toda la tradición y una leyenda en el mundo Harley-Davidson. Así, la propuesta de la creadora fue realizar un diseño con reminiscencias de los años 70, inspirado en el Pop Art y en el espíritu Flower-power, ya que Harley-Davidson es un icono de libertad.
Fiona Swarovski expresó que había sido todo un honor y un reto creativo, y que había disfrutado mucho con la experiencia, por lo que no se descartan futuras colaboraciones de las dos célebres marcas. La responsable de la firma conocida por sus cristales, fue a la presentación de la Harley-Davidson by Swarovski con su marido, Kart-Heiz Grasser, ex ministro de Finanzas austriaco y fanático de la mítica marca de motos.
Esta nueva Fat-Boy es un modelo único y exclusivo, y está decorada con más de 15.000 cristales Swarovski dispuestos en un colorista diseño en forma de llamas. En consecuencia, no se fabricará en serie sino que pasará a formar parte del mítico imaginario de la marca como una pieza de colección.
De momento Harley-Davidson no decidió cuál será el destino de la moto que puede verse estos días expuesta en el showroom de Fischer, un importante concesionario de Harley-Davidson en Viena.