A través de un comunicado, la filial brasileña de la automotriz japonesa señaló que “respeta, pero no está de acuerdo” con la decisión anunciada por el Ministerio Público de Minas Gerais de suspender las ventas del Corolla en todo el Estado.
El conflicto surgió en estos días cuando el Ministerio Público de Minas Gerais, uno de los estados de Brasil, decidió prohibir la venta del Toyota Corolla dentro de los límites de su estado. Esta decisión la tomó en conjunto con el PROCON (Servicio de Protección al Consumidor) y se debe a que según ellos existe riesgo de que la alfombra de este modelo se deslice hacia adelante con el constante uso de los pedales y los trabe, ya sea dificultando la frenada o provocando que el acelerador no tenga retorno. Recordemos que unos de los primeros mega recall que tuvo que hacer la marca japonesa en Estados Unidos.
Según los datos aportados por las autoridades del estado de Minas Gerais, nueve unidades del Corolla tuvieron este defecto dentro de su jurisdicción, de los cuales dos tuvieron accidentes con pérdida total del vehículo. En cada uno de estos dos casos, el conductor también sufrió heridas a causa del problema.
En el comunicado, Toyota afirmó que la decisión “se basa en algunos casos de aceleración involuntaria reportados por clientes”. “Después del análisis de esos casos, Toyota identificó que el retorno del pedal del acelerador fue afectado por una posición en la instalación incorrecta del tapete del conductor, así como por el uso de tapetes no genuinos, incompatibles con el proyecto del vehículo”, se agregó en el comunicado destacando que los autos “no presentan defectos que puedan derivar en una aceleración involuntaria”.
Conforme a la decisión del Ministerio Público, las ventas del Corolla serán liberadas “cuando el fabricante adopte medidas para cambiar las alfombras”. En este tren, la compañía afirmó que tomará las medidas necesarias que preserven sus derechos.