La meta de Renault es clara: posicionarse nuevamente como uno de los referentes en el segmento de los vehículos medianos y la carta principal para hacerlo es el lanzamiento del Fluence, el tricuerpo made in Argetina que demandó un desembolso de $500 millones en la planta de Córdoba y se está presentando a la prensa aqui en Bariloche.
En tren de alcanzar esa meta, la marca francesa incorpora con este Fluence un vehículo de categoría, elegante pero no solemne y que supera ampliamente en calidad de los materiales (calidad percibida) y en diseño lo que ofrecía hasta el momento con el Megane II. Sin dudas juega en otra liga y la apuesta no llega en solitario. De la mano del Fluence y complementando la oferta se suma el Megane III 5 puertas como la versión hatch del sedan.
En la segunda jornada de presentación tuvimos la posibilidad de tomar un primer contacto con ambos modelos y contra los prejuicios -siempre se pueden colar-, el producto argentino de defiende y sale bien parado frente a su par europeo. Dos dos vehículos que ofrecen sensaciones diferentes y se complementan para formar un buen combo (que se completará con la versión más deportiva el año próximo si todo marcha como lo esperan).
Arrancamos con el Fluence, la estrella de esta presentación. A nível diseño este nuevo tricuerpo de 4,62 m de largo se encuentra, por su tamaño y sus prestaciones, a medio camino entre el segmento de los medianos y el segmento medio superior. Presenta una línea fluida y elegante que remata con un logrado diseño trasero (a nuestro humilde entender: lo más armonioso y estético que se ha visto dentro de los productos regionales). La parte frontal con la parrilla cromada de la entrada de aire superior le dan un toque deportivo y moderno. Pero remarcamos, nos gustó mas la parte trasera.
Nos tocó probar el Fluence Privilege con caja automática (la misma que equipa al Sentra) y puertas adentro, vuelve a demostrar que juega en el limite entre los medianos y el escalon inmediatamente superior. La calidad de los materiales y encastres están muy cuidados y lucen bien. 
A la hora de encontrar la posición de manejo adecuada no se pierde demasiado tiempo. Ajuste de asientos en altura e inclinación del respaldo (por la escasa de la nuestra), volante en posición (muy buen grip) y espejos… todo a la mano. El boton de arranque en todas las versiones (detalle de categoria) está situado bien abajo al lado de la palanca de cambios (correcto aunque nuestro compañero de recorrido hubiera optado por un lugar mas visible).
El tablero dispone de mandos al alcance de la mano (control remoto para el navegador satelital integrado -el primero que tare el navegador integrado Tom Tom-, control de climatización, mando de la radio y del teléfono bajo el volante e interruptor del regulador-limitador de velocidad en el apoyabrazos central).
En la ruta copia bien y el andar del sedan es sereno y agradable.El motor 2.0 16v de 143 CV responde bien y hasta que se realice el test de rigor acusa oficialmente una velocidad máxima de 185 km/h a un régimen de 6000 rpm y acelera de 0 – 100 km/h en 11,7 segundos con un consumo de 6,5 litros cada 100/km (tramos mixtos). La caja CVT permite conservar el régimen motor casi constante sin tirones durante la aceleración y responde. A la hora de pisarlo en los soprepasos, en estos caminos de curvas y contracurvas en los que nos ha tocado cruzarnos con algunos vehiculos que no superarían ni la mas amistosas de las VTV respondió con buena salida y agil.
Adelante la habitabilidad es impecable. Buen espacio para las piernas del lado del acompañante y cómodas butacas… Quizá en la parte trasera algunas personas muy altas puedan sentir cierta penalización por la caída del techo.
El volumen del baúl, de 530 dm3,con un umbral de carga bajo y apertura horizontal (1.020 mm), que se debe a la implantación de una parte de las luces traseras en la puerta del baúl permite un facil acceso. Quizá el tema de los brazos del proton del baul puedan molestar a la hora de ubicar algunos objetos en los extremos (quiza una solucion hidraulica le hubiera sentado mejor… pero es una percepcion).
Fueron pocos kilómetros pero la sensación que dejó el Fluence es muy buena. Un vehículo que se para con varios argumentos frente a la competencia, con tres años de garantía. Las expectativas de la gente del rombo son enormes y el que dará el veredicto será el mercado.
EL MEGANE III
Con un espíritu más deportivo (sin ser el SportCoupe RS) el Megane III es un chiche que responde a la presión del pie en el pedal. Lo probamos es los caminos laberíticos del Circuito Chico y dejó ganas de más. A modo de resumen y muy esquemático: el auto dobla, frena y responde bien. Al igual que el fluence presenta una supensión durita sin llegar a perder algun molar si nos toca en gracia pasar por arriba de un crater.
En cruvas cerradas se siente como enseguida empieza a funcionar toda la electrónica (o los enanitos internos) para no perder el rumbo.Es muy preciso. El motor es progresivo y elástico y puede incitar a más de uno a querer hacer cao omiso a la leyes de transito. La diferencia de peso con respecto al Fluence se siente en la respuesta del motor, el 2.0 de 143 CV que viene acomplado a una caja manual de 6 velocidades precisa que le permite alcanzar una velocidad final de 200 km/h y acelerar de 0-100km/h en 9’90 s.
Este hatch ágil y dinámico viene equipado con elementos surgidos de segmentos
superiores, como la tarjeta llave manos libres que permite el arranque, apertura y cierre del vehículo con sólo tener la tarjeta dentro del habitáculo o baúl y el sistema de navegación Carminat Tom Tom integrado al tablero con cartografía regional (igual que el Fluence).
A nivel diseño, el hatch cuenta con personalidad. La nervadura sobre el capot y el arco que continúa hacia los parantes del parabrisas y presenta le dan una imagen dinamica y el remate trasero complementa esa silueta con aires deportivos. 
El Mégane III Privilege qon una impecable insonorización que probamos viene con 6 airbags, conductor y pasajero, laterales y de cortina, encendido automático de luces y de limpiaparabrisas por sensor de lluvia, ABS + AFU, climatizador automático digital bi-zona, audio CD MP3 + USB + CBOX, techo solar eléctrico, sensores traseros de ayuda al estacionamiento, retrovisores exteriores plegables, con comando eléctrico, regulador de velocidad, tarjeta llave manos libres que permite el arranque, apertura y cierre del vehículo con sólo tener la tarjeta dentro del habitáculo o baúl, control de trayectoria ESP, control de tracción ASR, espejo retrovisor antiencandilante, navegador satelital integrado con cartografía regional, tapizado en cuero y detector de presión de neumáticos (este ultimo, elemento que no trae el Fluence y ahi volvemos a remarcar el buen posicionamiento con el que sale el tricuerpo).