Las automotrices comenzaron a recortar gastos como sea. Muchas de ellas han descubierto en las exposiciones mundiales de automóviles una buena manera de frenar el escape de dinero, ya que invertir presupuesto en publicidad, montar stands y hacer recorrer los modelos y prototipos alrededor del globo en cada motorshow no era tan accesible como parecía. Algunas han priorizado la presencia únicamente en Salones “de fuste” tales como el de Frankfurt, Ginebra o París por mencionar algunos.
Sin embargo, la feria de Tokio está considerada una de las cinco más importantes del mundo. Así y todo, el motorshow nipón contará con la mitad de los expositores de la última edición, celebrada hace dos años. Porsche y Maserati han decidido no participar en la próxima edición del Salón de Tokio, que tiene fecha para el 23 de octubre.
Las dos marcas de lujo se unieron así a otras como Volkswagen, Mercedes-Benz, BMW o General Motors en su decisión de no asistir al evento.
Los organizadores ya habían anunciado en marzo que su 41 edición contaría con la mitad de participantes, después de que muchos fabricantes europeos y estadounidenses decidieron no acudir por la crisis del sector. "Lamentamos la decisión, pero el Salón del Motor de Tokio sigue teniendo importancia como oportunidad para demostrar las tecnologías avanzadas a todo el mundo", dijo Satoshi Aoki, presidente de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Japón (JAMA), que organiza el evento.
Tras la fuga de las principales marcas extranjeras, se espera que los principales ocho fabricantes japoneses de vehículos sean los protagonistas de esta feria, que se celebra cada dos años. El conocido como Tokyo Motor Show se celebrará este año durante 13 días, en lugar de los 17 que previamente se habían planeado, "debido al actual entorno económico", según anunció hace dos meses JAMA.