El fabricante de coches deportivos Porsche elevó su participación en Volkswagen hasta 35,14%, con lo cual se asegura la mayoría en el consorcio de automóviles, informó la compañía en un comunicado.
Porsche indicó que tras una nueva adquisición de 4,89% de acciones con derecho a voto de Volkswagen, la empresa se “asegura una mayoría sostenida en la asamblea general de accionistas”.
“Nuestro objetivo en Volkswagen sigue siendo una participación del 50 por ciento. El paso de hoy es un nuevo hito en esa dirección”, afirmó el presidente de Porsche, Wendelkin Wiedeking. La ejecución del paquete accionarial adquirido por Porsche se hará efectivo en noviembre, tras lo cual Wiedeking lanzará, según lo estipulado en el contrato de adquisición de VW, una oferta de adquisición de la filial de VW, Audi.
Tras anunciar este aumento de participación, portavoces del fabricante de coches deportivos aclararon por separado que no se va a desarticular del grupo Volkswagen a su filial Audi y que ésta marca permanecerá siendo parte del consorcio. En efecto, Wiedeking aseguró que Porsche "no tiene la intención de hacerse con Audi", sino que sólo comprará los 370.000 títulos a los que está obligado, es decir el 0,86 por ciento.
Porsche ofrecerá el mínimo legal, es decir 487 euros por acción, lo que supondrá al consorcio un desembolso de 170 millones de euros.
La compra del nuevo paquete de acciones, que le asegura a Porsche un control de facto en Volkswagen, se produce en medio de una lucha de poder dentro del clan familiar Porsche/Piëch.
El presidente del consejo de administración de Volkswagen y a la vez miembro del consejo de administración de Porsche, Ferdinand Piëch, se posicionó en contra de sus familiares en la votación del consejo del fabricante de autos deportivos el pasado viernes.
En la sesión del consejo de Porsche, formado por el clan de la familia Porsche y de la familia Piëch, celebrado en Wolfsburg, Ferdinand Piëch se abstuvo de votar en una propuesta a favor del fabricante de coches deportivos de Stuttgart.
Con esta abstención, Piëch se posicionó al lado del presidente del comité de empresa de Volkswagen, Bern Osterloh, dando la espalda a su familia, y ayudó a que los trabajadores tuvieran mayoría contra Porsche.
De esta manera, los representantes de los trabajadores consiguieron aprobar una propuesta por la cual todos los proyectos y negocios futuros que Porsche emprenda con Audi sólo podrán efectuarse previa aprobación del consejo de administración de Volkswagen.
La propuesta fue aprobada con 10 votos a favor de los representantes de los trabajadores y nueve en contra del lado empresarial.
Como presidente del consejo de administración, Piëch tiene doble voto y su abstención fue un duro golpe para los dueños de Porsche, entre ellos él mismo, pues implica limitaciones para su margen de acción gerencial.