El Gran Premio de Malasia se corre por última vez este fin de semana, después de haber sido uno de los pioneros de la Fórmula 1 en el Lejano Oriente habiéndose unido al calendario en 1999.
Los neumáticos elegidos por Pirelli para este año son más suaves que el año pasado, ya que se podrán utilizar los P Zero blanco medio, P Zero amarillo blando y P Zero rojo superblando, la misma combinación vista por última vez en Italia.
La pista de Sepang fue enteramente repavimentada en 2016 para eliminar muchos de los baches característicos del circuito, construido originalmente en un pantano. Sin embargo, el clima tropical y húmedo, con chaparrones por la tarde, sigue siendo un rasgo destacado.
Mario Isola, director deportivo de la firma, comentó: “El Gran Premio de Malasia del año pasado fue diferente a las temporadas anteriores, gracias a la renovación integral de la pista que tuvo lugar en 2016. Esto también mejoró el drenaje, sin embargo, las características del nuevo asfalto pueden cambiar de un año a otro, por lo que será interesante ver cuál es el efecto. En consecuencia, todos los cálculos de estrategia tendrán que ser ajustados, de manera que el trabajo en las prácticas libres será primordial”.