Luego de su presentación y lanzamiento en la planta de Virrey del Pino el lunes, hoy llegó el turno de probar la nueva Sprinter. Debo confesar que no le encontraba atractivo al hecho de ir a probar un utilitario al autódromo de Buenos Aires, siendo que por su gran porte, escasa aceleración y velocidad máxima difícilmente se pudiera sacar el jugo de pilotear esas dimensiones en un circuito. Pero Mercedes-Benz lo pensó bien: esta nueva generación tiene muchas características positivas y enormes mejoras respecto de la anterior e incluso respecto de la competencia que sólo podían ponerse de manifiesto en un lugar como éste.
Previa conferencia con nueva presentación de producto (y van…) llegó por fin el momento de manejar. Cada uno de los periodistas podía anotarse para conducir la cualquiera de las 15 versiones (gran despliegue de parte de la marca). Así es, había un Chasis con camilla para transporte tipo grúa, un Chasis con caja frigorífica, la Combi de 15 asientos, el Minibus de 19 y todas las variantes de furgón.
Pero aparte de poder manejar uno mismo cada unidad, había una suerte de juego tipo ‘parque de diversiones’ protagonizado por una Minibus que te llevaba a dar una vueltita cargada de adrenalina no apta para cardíacos.
Esta especie de montaña rusa de 19 asientos puso a prueba y demostró con la evidencia irrefutable de los hechos la efectividad de todos los sistemas de seguridad activos de la nueva Sprinter, pero también la eficacia de sus suspensiones.
El motorman iba a fondo y colgado en todas las curvas, frenaba tipo panick stop con dos ruedas en el pasto, a 100 km/h pegaba volantazos limpios en plena recta o se tiraba al pasto como venía. Un verdadero enajenado que hacía todo lo que uno se imagina que debería hacer si pretende volcar un vehículo de 7,34 m de largo y 5 toneladas de peso. Sin embargo, este instructor especialiazado sabía muy bien lo que hacía, ya que la Sprinter nunca perdió la línea y se mostró muy bien plantada al piso.
Al momento de manejar, quien suscribe piloteó el furgón largo y la Combi 15+1. Un par de vueltas al autódromo sirvieron para sentir lo más destacable de esta nueva generación: la seguridad dinámica. Entre las suspensiones que la contienen sin permitir excesos, más toda la batería tecnológica de un ESP, un ABS con distribución de frenado y frenada de emergencia, el comportamiento es comparable con el de una sedán familiar.
Completamente en el pasto, en asfalto desparejo o con dos ruedas arriba y dos abajo, el vehículo frenaba derecho incluso soltando las manos del volante. Un detalle singular es que en frenadas de emergencia se encienden automáticamente las balizas.
En la gran recta del autódromo nunca pudimos llegar a conectar la sexta marcha que ahora trae la Sprinter. Pero sí tiramos un par de rebajes furiosos y agarramos en tercera a fondo la horquilla previa a la recta principal (una curva muy cerrada) y advertimos cómo la electrónica del motor regulaba la entrega de potencia para que la maniobra sea progresiva y segura.
En el interior, tanto el Minibus como la Combi de 15 asientos están muy bien presentados, con techo súper alto (que incluye una plancha de vidrio panorámica a toda luz), aire acondicionado de serie, cavidad superior para almacenaje de bolsos de mano y cinturones inerciales (abdominales) en todas las plazas.
Acostumbrados a probar la línea de vehículos Premium y exponentes de la línea AMG en esta pista, la Nueva Sprinter fue una buena sorpresa.