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PIRELLI ADVENTURE CHALLENGE POR LAS DUNAS DEL NIHUIL

MAXIMA EXIGENCIA PARA LAS FORD RANGER

Desde hace tres años las empresas Pirelli y Ford llevan a cabo en la Argentina el Pirelli Adventure Challenge, una travesía que busca desafiar y demostrar el rendimiento de los productos del óvalo doble tracción –Ranger- y los neumáticos Scorpion en los terrenos más complicados de la geografía argentina.

La primera edición, realizada en 2007, tuvo como escenario el paso de la caravana de “Rangers” por el cerro Áspero, Córdoba. En el 2008 la experiencia fue doble: primero por los caminos de la Cordillera del Viento, en Neuquén, para llegar a los pies del volcán Domuyo, y luego una expedición por Talampaya, en La Rioja. Esta vez, el escenario elegido fueron las dunas de El Nihuil, en San Rafael, Mendoza.

El desafío no era menor para las camionetas y los neumáticos en virtud del antecedente más reciente que significó el paso por ese mismo lugar de los vehículos del Dakar. Fue una etapa determinante y que se transformó en el gran filtro de la competencia, ya que en las dunas quedaron atrapados unos 80 vehículos. Con estos datos, tanto el grupo de periodistas que participamos de la aventura, como los organizadores, pilotos oficiales y ejecutivos de ambas empresas, estábamos ansiosos por entrar a ese terreno que había resultado ser una misión imposible para vehículos y pilotos experimentados en el Dakar.

Día x día
El primer día estuvo reservado a la actividad recreativa con una bajada en rafting por el río Atuel, aguas abajo de la represa Valle Grande. Es un rafting de bajo nivel de dificultad; según nos contaron los guías, la dificultad de los rápidos de los ríos se miden en una escala que va desde el 1 (el más livianito) hasta el 6 (los más peligrosos) y el río Atuel está catalogado con nivel de dificultad 2.

La segunda jornada de las tres previstas para este Adventure Challenge fue dedicada exclusivamente a la prueba de los productos. Es decir, tanto los neumáticos Scorpion ATR como las Ranger doble cabina 4×4 que monta esos cauchos como equipo original de fábrica. (y… algo hay que laburar para justificar el viaje, vio).

Lo bueno de este tipo de operativo especial es que nos brinda -a los periodistas y, en consecuencia al público- la posibilidad de probar los productos en condiciones extremas, como casi nunca existe la posibilidad de hacerlo. Porque si bien en cada test se trata de exigir al máximo cada vehículo (usándolo como lo usaría el cliente promedio), lo cierto es que llevarlos al límite muchas veces no es posible por cuestiones de seguridad, salvo en acciones de prueba grupal de este tipo, donde además de ir con pilotos experimentados, uno puede sentirse seguro al estar respaldado por un equipo de apoyo con todos los elementos de rescate.

En el camino de 67 kilómetros de asfalto que hay entre San Rafael y El Nihuil ya puede distinguirse una de las virtudes del neumático Scorpion en su versión ATR. Recordemos que la denominación ATR está reservada para un tipo de caucho y dibujo mixto de la banda de rodamiento; es decir, un dibujo con características que –en la teoría- permite un buen desempeño en distintas superficies. Esto es, no es un neumático para un uso específico, como puede ser un Mud (para barro).

Hecha la aclaración, decíamos que en el trayecto de asfalto ya pudimos comprobar la excelente respuesta del Scorpion ATR al no transmitir absolutamente ninguna rumorosidad dentro del habitáculo, lo que indudablemente hace que vayas mucho más relajado y con mayor confort. No siempre nos damos cuenta lo importante que es esto para viajar cómodo y tranquilo. Fijate que muchas veces tenés que subir al máximo el volumen de la radio porque no escuchás nada. Y casi siempre se le echa la culpa a la aerodinámica de la carrocería. Si bien a veces el ruido puede ser causado por el viento, cierto es que muchas veces provine del contacto de los neumáticos de baja calidad contra el asfalto.

Una vez que estuvimos a las puertas de las dunas, lo primero y urgente fue bajar la presión de los neumáticos; condición excluyente para no empezar con el pie izquierdo. Si no lo hacés, podés estar con el mejor 4×4 que te vas a quedar encajado. Y la idea no es renegar ni tratar de ganarle a la física. En Pinamar hemos visto más de una vez a unos cuantos “cabezadura” o inexpertos que por no hacer esto se quedan encajados en los primeros cinco metros de arena con la mejor 4×4.

Bajamos hasta unas 15 libras la presión de los Scorpion y conectamos la doble de la Ranger. Los primeros kilómetros son de ripio y con la doble de alta es suficiente, pero unos metros antes de meternos en ese desierto es imprescindible conectar la baja para tener a disposición los 380 Nm de torque del motor 3.0 de 163 caballos de la Ranger.

Párrafo aparte merecen las dunas de El Nihuil. Un lugar verdaderamente increíble. Estas dunas son un curioso fenómeno natural de arena de origen volcánico, por lo que no es exactamente igual que andar por las dunas de la costa argentina (como las de Pinamar). Son unas 30.000 hectáreas imponentes desde todo punto de vista a las que siempre hay que ir acompañado, porque uno nunca sabe dónde o cuándo podés quedar atrapado. Las condiciones del terreno cambian drásticamente en cuestión de horas. A la mañana, con la arena compactada es más fácil transitar las dunas, pero a medida que el sol calienta el terreno, la arena se pone cada vez más pesada y exige al máximo el rendimiento de todo el conjunto: vehículo y neumáticos.

En nuestra incursión durante el día, por ejemplo, habíamos empezado con los neumáticos con 15 libras a la mañana y después del mediodía fue necesario bajarlos aún más, hasta llegar en algunos casos a las 10 libras. Esto demanda mayor cuidado a la hora de doblar. Hay que hacerlo con radios grandes y muy suavemente para no desbandar alguna goma, que fue lo que le pasó a un colega cuando tomó el volante de una de las ocho Ranger que participaron de esta travesía. Agradecimos que éste fuera el único inconveniente de toda la tarde porque podemos dar fe de lo difícil y agotador que resulta cambiar una goma en el desierto.

DIA D
- Cumplida la exigente prueba en las dunas, el tercer día de este Pirelli Adventure está reservado para una competencia de habilidad conductiva entre los periodistas participantes, donde el trofeo para el ganador no se acaba en el mero reconocimiento, sino que la zanahoria que todos tratan de obtener es un exclusivísimo reloj Pirelli PZero que cotiza a valor euro (y que a esta altura ya constituye un clásico de cada edición). No hay que ser demasiado despierto para darse cuenta que más de un colega participa con el cuchillo entre los dientes por la joya (inferimos un dato: hay un par que participaron de las cuatro ediciones sólo para ganarse el reloj… y aún no han podido).
- En una mañana donde el viento Zonda característico de la zona de Cuyo de la Argentina se hizo presente y casi hace desistir a los organizadores de realizar la competencia, finalmente este representante de Tiempomotor se hizo dueño del preciado trofeo al obtener el mayor puntaje al cabo de las tres pruebas de habilidad conductiva que propusieron los organizadores del evento.
- A nuestros rivales les deseamos mucha suerte para la próxima edición (la van a necesitar… y mucho, si volvemos) y a Pirelli y a Ford las felicitaciones y el agradecimiento correspondiente por hacernos partícipes de este evento.
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