Después de haber cubierto absolutamente todas las novedades del salón de Buenos Aires, nos permitimos en estos días posteriores a la euforia de los primeros días, mirar con más detenimiento las perlas que entrega la muestra porteña.
Así, nos acercamos al stand de Ferrari para charlar con Alberto Pérez, el único responsable del servicio técnico de los autos de la marca del cavallino en la Argentina, para concer algunos detalles de la 458 Italia.
"La Ferrari 458 Italia representó un salto muy importante para la marca", comienza diciendo Pérez. Este modelo pertenece a las coupés con motor V8 central y la particularidad que tiene es que el propulsor fue concebido desde cero para este nuevo modelo. "El detalle que diferencia a este nuevo motor de todos los anteriores es que por primera vez Ferrari recurrió a la inyección directa de combustible", señala Pérez.
El V8 de 4,5 litros de cilindrada entrega una potencia de 570 caballos y un torque de 540 Nm a 6.000 revoluciones. Está unido a una caja de 7 velocidades que se comanda desde las levas en el volante. La caja es de doble embrague y "el retardo en el paso de los cambios es de apenas 4 milésimas de segundo", asegura Pérez. Los cambios pueden pasarse sin dejar de acelerar.
El precio de este modelo en la Argentina es de 485.000 dólares. Muchas veces uno se pregunta qué tiene que tener un auto para alcanzar estos valores. Alberto Pérez entregó algunas pistas. "Los amortiguadores tienen un sistema de regulación muy particular, que fue estrenado con este modelo. Antiguamente, los amortiguadores tenían un motor paso a paso para rotar el vástago y así modificar el paso del fluido por los orificios de una cámara a la otra del amortiguador. Ahora eso se modificó y se trabaja con un aceite con partículas metálicas e imanes en los extremos del amortiguador. Estos imanes regulan la presencia de los metales del aceite y cambian su viscosidad para ablandar o endurecer el trabajo de los amortiguadores. Con la suma de los sensores transversales y longitudinales se puede evitar, además, cualquier movimiento de la carrocería. Por ejemplo, en una frenada exigida, se endurece la compresión de los amortiguadores delanteros y la expansión de los traseros para evitar el cabeceo de la trompa", aclara Pérez.
En la 458 Italia se ha trabajado mucho en la aerodinámica, fundamentalmente para dirigir el flujo del aire hacia los radiadores. Atrás hay un radiador para la caja y otro para el embrague, dos elementos que levantan mucha temperatura. Adelante, hay dos bigotes plásticos deformables que con el aumento de velocidad cambian de posición, no sólo para aumentar la carga en la trompa, sino también para que entre más caudal de aire en los radiadores.
En fin, detalles que muchas veces no se explican y que son los que van haciendo la diferencia…