Sin dudas Brasil refuerza día a día su posición no sólo en la región, también en el mapa automotriz mundial. Con un mercado interno de 3 millones de unidades para este año e inversiones por u$s4.900 millones en 2008 y un total de u$s20.000 millones hasta 2010 en toda la cadena productiva, la locomotora sigue avanzando y ya tiene prácticamente confirmado la instalación de tres nuevas terminales orientales.
Uno de los proyectos que se venía gestando era el de la sur-coreana Hyundai. Actualmente el único vehículo de ese origen que produce en la región –puntualmente en Brasil- es el camión HR de Hyundai. El proceso se inició en Anápolis (GO) el año pasado de la mano de su importador: el grupo CAOA. Pero como se venía hablando, nuevos modelos podrían comenzar a fabricarse en el gigante verde amarelo partir de 2010.
Es que Hyundai Motors confirmó la construcción de una fábrica para autos chicos en Piracicaba (SP). Se estima que el desembolso inicial para el desembarco rozará los u$s600 millones. Pero el plan tendrá su efecto derrame, puesto que un grupo de 20 autopartistas que también pretenden instalarse en la región podrían llegar a invertir entre u$s250 millones y u$s300 millones, lo que daría un total de casi u$s1.000 millones. El inicio de las operaciones está previsto para 2011.
Y la lista sigue. En el arranque del mes, el presidente da Kia Motors do Brasil, José Luis Gandini, -publicó la prensa vecina- anunció la compra de un terreno de 510.000 m2 en Salto (SP).
Durante el anuncio, el empresario no escondió su deseo de fabricar vehículos en Brasil –un proyecto, que en realidad ya se deslizó oficialmente en dos oportunidades ( 1996 y 2002), pero la falta de incentivos fiscales llevó a que no prosperara.
Y dicen que la tercera es la vencida. Es así que ahora, más cauteloso, el empresario confirmó que poseen ya un área de más de 500.000 m2 para un futuro emprendimiento. Extra-oficialmente ya se especula que Gandini pretende producir a partir de 2010 el monovolumen Soul, que se lanzará mundialmente en el Salón de Paris (Francia) en octubre (y llegará a la Argentina). Con 4,11 metros y motores 1.6 y 2.0 L, el pequeño de Kia podría tomar la nacionalidad brasileña para competir con el nuevo Honda Fit.
¿SE SUMA? A la dupla sur coreana podría sumarse la japonesa Suzuki. Tras cinco años de haberse despedido de la tierra de Lula, y dispuesto a recobrar la confianza del público brasileño, el importador de la Suzuki (no opera bajo la orbita de GM como aquí) parecería que irá por más.
El presidente de la importadora Suzuki Veículos Brasil, Alexandre Câmara, reveló que la compañía acordó para instalar una subsidiaria brasileña. “Tenemos una carta de recomendación que nos permite de aquí a dos años decidir la construcción de una fábrica”, afirmó Câmara al relanzar la marca en Brasil con la presentación de la tercera generación de la Grand Vitara que desembarcará en el país vecino en octubre a un precio inicial de R$89.700 (manual) y R$ 94.700 (automática).
Según Câmara, es muy temprano para hablar de la inversión o los nuevos productos y afirmó que es preciso desarrollar primero la red de concesionarios para luego pensar en la producción nacional. Pero a pesar de la cautela, deslizó dónde podría instalarse la planta. “La fábrica sería en Goiás. La inversión será con capital nacional”, dijo Câmara.
El centro de distribución de la marca está en Catalão (GO), la misma ciudad donde está la fabrica de la japonesa Mitsubishi, cuyo socio es el empresario Souza Ramos, uno de los dos socios del grupo Suzuki Veículos Brasil. A pesar de las “coincidencias", Câmara afirmó que la operación de Suzuki no tendría vinculación con la de Mitsubishi.
Suzuki cerró las operaciones en Brasil en 2003, tras 12 años de actividad. Los motivos de la salida fueron –entre otros- la alianza de la japonesa con General Motors (iniciada en 1981) y la valorización del dólar. Ahora, la empresa regresa con 10 concesionarios y la meta es llegar a 30 antes de agosto del año que viene. “Queremos ocupar todas las capitales brasileñas”, comentó Câmara.
Suzuki Veículos Brasil estima que podrá comercializar 20 unidades mensuales del Grand Vitara por cada boca de venta. El importador sumará a su oferta –antes del fin de año- el nuevo Jimny. “Si la estrategia y las ventas van bien abriremos la fábrica”, completou Câmara, que ya evalúa la importación de otro modelo para el año próximo.
POTENCIA
Con los planes de inversión estimados para este año, la capacidad instalada de Brasil pasará de 3,5 millones de unidades a 3,85 millones en 2008 y a cuatro millones de vehículos en 2009.
Las inversiones en las montadoras llegaron el año pasado a 2.100 millones de dólares, y la mayor cifra anterior a la previsión de este año se registró en 1998 con 2.500 millones de dólares de inversión.
"Estamos hablando de cifras absolutas de dólares históricos, no hicimos el trabajo de comparar la equivalencia de los dólares de 1998 con los de 2008", señaló Jackson Schneider, presidente de ANFAVEA (Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores).
De 2008 a 2010 las inversiones en toda la cadena productiva (montadoras y autopartistas) se elevarán a 20.000 millones de dólares "un número muy fuerte que generará mucha energía y mucho dinamismo en la economía nacional", comentó.
En el ránking mundial de producción de automóviles, Brasil con 2,97 millones en 2007, se ubicó séptimo (detrás de Japón, Estados Unidos, China, Alemania, Corea del Sur y Francia). En cuanto al mercado interno, el país -que registró 2,46 millones de patentamientos el año pasado- se encuentra en octavo lugar, después de Estados Unidos, China, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Italia y Francia. Este año superará los 3 millones.