Salon Buenos Aires Autos

BALANCE, LAS PERLAS BLANCAS Y NEGRAS

LO QUE EL SALON DE BS. AS. NOS DEJO


A las 22 horas casi como un clásico, las bocinas de los vehículos exhibidos en los pabellones de La Rural coronaron el final del quinto Salón Internacional del Automóvil, que, sin dudas, durante 10 días se posicionó como la gran fiesta de la industria automotriz local. Pero el evento invita a realizar un balance de lo bueno y lo malo que se vieron durante el desarrollo de la muestra organizada por AMC y Adefa.

Comenzamos con las negativas. No es casual resaltar que fue una fiesta de la industria local. Dada la situación por la que atraviesan los importadores producto de las medidas impuestas por el Gobierno, la ausencia de una docena de ellos se notó y mucho. De unos, más que de otros.

Fue raro recorrer –sobre todo el pabellón de importadores u Ocre. El más pobre de la muestra no sólo por las ausencias, también por la falta de “fiesta o brillo” a pesar que allí se apostaron marcas tan emblemáticas como seductoras como pueden ser Ferrari (sin Maserati) y Porsche. Sin dudas, hubiera tenido otro brillo con la presencia de BMW, MINI; Rolls Royce; Land Rover, Jaguar y Volvo; Kia, y por qué no Hyundai (si bien no ha participado hasta el momento). Marcas que se hubieran complementado con Chery, Subaru y la presentación de su nueva controlada Suzuki; y Mitsubishi.

Aquí se da una paradoja. A pesar de la ausencia, se plantea un tema no menor y de cara a futuro que es el del espacio. El predio de La Rural está quedando chico. ¿Dónde se habrían armado los stands si participaban los doce ausentes?. Si las vicisitudes político- económicas (si no “aparece el mundo”) no juegan en contra es un hecho por calendario que en 2013 la muestra se hace nuevamente, pero: ¿se apelará a la utilización del Pabellón Frers sobre la Av. Santa Fe? ¿se suma el pabellón A? ¿se podría mudar la pista 4×4 al pozo detrás del predio para dar lugar a levantar nuevas carpas? ¿las fabricantes resignaran algo de metros para dar lugar a nuevos jugadores? ¿podrían pasar los camiones a otro sector del predio para sumar a Honda en el club de los fabricantes?. ¿Cambiar de lugar? Son varios los interrogantes que sobrevuelan de cara a la sexta edición. 

Tema espacio planteado. Desde las páginas de TiempoMotor expresamos la disconformidad de prohibir el ingreso a los autos en algunos stands. Pero debemos justificar de algún modo el accionar de esas marcas. Es totalmente reprochable la actitud que han tomado algunos visitantes, amantes de lo ajeno, de llevarse algunos recuerdos del interior de los autos como perillas, pomos, tapas de marca de los neumáticos y hasta sendos rayones en varias de las unidades de Audi, por citar un ejemplo (acompañado por fotografías). Sabemos de la pasión que despiertan los autos, pero hay límites.

Lo más destacado fue la oferta de novedades inmediatas que las marcas presentaron en este salón. Incluso los Concepts de la S-10 y la Ranger, además de la primicia del Cobalt le dieron más valor a la muestra.

También hay que destacar el nivel de calidad internacional de los stands y los shows que se montaron a diario como el musical en el Fiat. A la hora de marcar presencia, la platea masculina aplaude la elección de las promotoras que le dieron un touch de glamour a la muestra.

EL montaje y recorrido de la pista 4×4 con la participación de varias marcas fue uno de los mayores atractivos de la muestra. Una actividad que también se vio reflejada para los más chicos que pudieron en la pista de educación vial combinar diversión con aprendizaje.

Sin dudas hay más puntos positivos por destacar y otros tantos negativos por remarcar. Pero es sólo un breve sobrevuelo de lo que por estas primeras horas del día después quedan en la memoria.

Datos curiosos:
- Casi como en cualquier cancha de fútbol o recital, la reventa de entradas no tardaron en aparecer.
- Engorroso caminar por el tunel que unía el pabellón Ocre hacia el principal. Aunque bien indicado que se debía avanzar por la derecha, el cartel “Contramano” fue el de los menos leídos.
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