Como anunciamos horas atrás, el Volkswagen Golf también es producido en la planta brasileña de São José dos Pinhais, donde el Grupo VW también hace los Fox, CrossFox, SpaceFox y Audi A3 Sedán.
En el país vecino, la marca alemana lo ofrece a través de una gama compuesta por tres variantes, las denominadas Confortline, Highline y GTI, similares a las que están presentes en el mercado argentino (donde llega desde México).
La primera recurre al nuevo motor 1.6 MSI brasileño (ya presente en los Fox, Suran y Saveiro), el cual entrega 110 caballos con nafta y 120 con etanol, mientras que las cajas son una manual con cinco velocidades y la automática con función Tiptronic y con seis relaciones.
El equipamiento de la versión más básica de la gama incluye airbags frontales, laterales, de cortina y para rodillas de conductor, controles de estabilidad y tracción, anclajes Isofix, sensores de estacionamiento delantero y trasero, sistema de fenado automático post-colisión, pack eléctrico, etc.
La variante Highline se destaca por su mayor equipamiento, con elementos como climatizador automático, asientos de cuero, navegador y sistema Start-Stop. Opcionalmente puede tener control de velocidad crucero, frenada de emergencia en ciudad, sistema de monitoreo frontal y luces de xenón, entre otros.
El motor elegido es el naftero 1.4 TSI (inyección directa y turbo) con sistema Total Flex y una potencia de 150 CV, que se une con una transmisión manual con seis cambios o con la Tiptronic de sexta.
La variante GTI, en tanto, posee la conocida estética deportiva junto con el motor 2.0 TSI (inyección directa y turbo) con 220 caballos y un torque de 350 Nm de torque, la caja DSG con seis marchas y dirección progresiva.
El Golf brasileño utiliza la plataforma modular MQB (el primer VW brasileño en utilizarla) y es producido con la estética que ofrece en todos los países donde es comercializado. La carrocería, en tanto, es la conocida de cinco puertas.