Acostumbrados a versiones convencionales, a veces nos sorprenden algunas de las ediciones especiales de los vehículos -por nosotros conocidos- en mercados donde el volumen de los mismos y las preferencias de los clientes permiten crear versiones más osadas y personales.
Es el caso de la nueva CR-V de Honda. Sí, el fabricante de origen japonés anunció para el mercado holandés una variante muy especial del modelo. Se trata de la “Black Edition”, caracterizada principalmente por la extensa utilización del color negro.
Para hacerle honor a su nombre no alcanzaba sólo el tono el de la carrocería. Es por ello que Honda la dotó de llantas de aleación específicas –con 18 ó 19 pulgadas- en color negro semi mate, en combinación con la nueva parrilla delantera, de diseño específico y pintada del color de la carrocería, es decir negro brilloso.
La CR-V Black Edition incluye, al mismo tiempo, paragolpes específicos y estribos laterales en metal y negro, junto con un spoiler en color a tono y cristales polarizados a partir de las ventanillas de las puertas traseras.
Lo más curioso, sin embargo, es que esta edición especial caracterizada por el color negro puede pedirse también con carrocería en tono blanco perla. Rarezas de la industria. Igualmente, la combinación del blanco con los elementos oscuros antes mencionados no debe ser para nada despreciable.
Mecánicamente, esta CR-V está disponible con el motor naftero 2.0 i-VTEC, el conocido 2.4 i-VTEC y el diésel con turbo 2.2 i-CTDi, mientras que el equipamiento se divide en los niveles Comfort, Elegance, Lifestyle y Executive.
El Honda CR-V Black Edition fue lanzado inicialmente en el mercado holandés, para luego llegar a otros mercados europeos, hacia finales de este mismo año. Costaría en líneas generales entre 2.000 y 3.500 euros más que las respectivas versiones convencionales.
