Días atrás comenzaron a circular los rumores sobre un potencial acercamiento entre el grupo galo PSA Peugeot Citroën y la norteamericana General Motors. Si bien oficialmente se optó por la reserva… una vez más se cumple el viejo dicho popular: “cuando el río suena”… Y así, ambas automotrices, acaban de confirmar que sellaron una "alianza estratégica mundial" que convertirá al grupo estadounidense en el segundo accionista del francés.
En medio de un presente turbulento, la búsqueda de alianzas entre automotrices, potenciales fusiones, generación de plataformas conjuntas, etc, se ha transformado en la alternativa más buscada para pasar el mal tiempo. Luego de algunos rumores de fusiones con otras firmas, hoy se dio lo que se esperaba.
El grupo GM, piloteado por Dan Akerson, comercializa las marcas Chevrolet, Buick, GMC, Cadillac y Opel y por su parte PSA, dirigida por Philippe Varin, es responsable de Peugeot y de Citroën. Cada uno mantendrá sus respectivas marcas pero este nuevo acuerdo lleva a que General Motors se haga de un 7% del capital de PSA, lo que la convertirá en el segundo accionista por detrás de la familia Peugeot, se indicó a través de un comunicado.
Llamativo repunte del grupo norteamericano que hace tan sólo tres años aproximadamente solicitó la protección de bancarrota (Chapter 11) en EE.UU por la profunda crisis en la que se había sumergido y hoy se hace del 7% de un grupo como PSA.
La empresa francesa, por su parte, "tendrá que proceder a una ampliación de capital con derecho preferente de suscripción de aproximadamente 1.000 millones de euros". La propia familia Peugeot, propietaria histórica de PSA, acudirá a la ampliación, lo que constituye "un testimonio de la confianza en el éxito de la alianza" que hacen con General Motors, señalaron.
Inicialmente, PSA y General Motors, compartirán las plataformas de sus vehículos, componentes y módulos. A corto plazo se centrarán en los vehículos particulares pequeños y medianos, monovolúmenes y todoterreno.
Posteriormente, se estima que desarrollarán en conjunto una nueva plataforma para los vehículos con bajas emisiones, que serán comercializados a partir de 2016.
Además, crearán un joint-venture para la compra a nivel mundial de los productos y servicios, con un volumen conjunto de u$s125.000 millones, unos 93.500 millones de euros. Ambos grupos calculan el total de las sinergias esperadas en unos u$s2.000 millones en los próximos cinco años.
"La alianza sienta las bases de cooperaciones futuras en otros campos de actividad", y estará dirigida por un comité que reagrupará, de forma paritaria, a dirigentes de las dos sociedades.
El presidente de General Motors, Dan Akerson, consideró la alianza "una formidable oportunidad" que, gracias a las sinergias que se crearán garantizarán para su empresa "la rentabilidad sostenible en Europa".
"Esta alianza es un momento clave apasionante para nuestros dos grupos gracias a una cooperación con mucho potencial. Gracias al apoyo de nuestro accionariado histórico y de la entrada de un nuevo accionista de prestigio en el capital de PSA Peugeot Citroën, toda la empresa está movilizada para sacar, rápidamente, el mayor beneficio de esta alianza", señaló por su parte, el presidente del grupo francés, Philippe Varin