Primera Mirada Autos

MONDEO TITANIUM 2.0 ECOBOOST

FORD MONDEO: HAPPY HOUR DE POTENCIA!


Ford ya está vendiendo hace unos meses en nuestro mercado el rediseño de la actual generación del Mondeo, que más allá de varias modificaciones estéticas menores estrena como principal novedad el nuevo motor de la reconocida familia Ecoboost. Este moderno impulsor alcanza los 240 CV de potencia y 340 Nm con sólo dos litros. Y para presentarlo al periodismo, la marca organizó una prueba del producto en la que un grupo de periodistas fuimos manejando esta nueva versión hasta Tandil.

No nos vamos a detener mucho en el tema del rediseño, que en Europa se conoció el año pasado y sobre el cual ya hemos publicado varias líneas. Para resumírtelo, el Mondeo tuvo muchos cambios pero sutiles, de modo que si lo ves en la calle, te va a costar darte cuenta de las diferencias a simple vista.

La característica esencial por la que te vas a dar cuenta es que ahora agregó luces diurnas de LED, que se encuentran en spot de las antinieblas. Atrás también sumó LED en las luces traseras y cambió la tapa del baúl, y de costado pasó la luz del intermitente a los espejos.

Acá sin dudas lo más importante es el nuevo motor que viene a remplazar al anterior 2.5 de cinco cilindros que Ford compartía con Volvo. Este Ecoboost tiene una potencia específica mucho más alta ya que con sólo 2 litros desarrolla 240 CV, convirtiéndose en un nuevo representante de la nueva tendencia denominada “downsizing”, que persigue mantener o incluso aumentar la potencia conocida con cada vez menor cilindrada.

Ecoboost es el nombre comercial que le puso Ford a esta nueva generación de motores, pero no es que cuente con una tecnología en particular exclusiva. La marca del óvalo llamó de esta manera a estos impulsores que combinan la inyección directa, el turbo y la leva variable. En suma, logran disminuir el consumo y las emisiones de gases aumentando las prestaciones y la eficiencia. En la Argentina este nuevo motor viene asociado únicamente a una caja automática de doble embrague y seis marchas, y sólo en equipamiento Titatium.

Esta nueva variante 2.0L Ecoboost se suma a las anteriores variantes disponibles, que son los Ghia y Titanium tanto con motor nafta Duratec de 2.3L (160 CV) y Duratorq TDCI de 2.0L y 140 CV. Su precio es de 226.040 pesos. La gama arranca con el Ghia TDCI a 185.000 pesos; le sigue el Ghia con motor 2.3 nafta por 187.000 pesos, luego el Titanium 2.3 nafta por 199.000 y el Titanium 2.0 Diesel por 221.000. Todos tienen caja automática como única opción salvo el Ghia TDCI que solo tiene manual.

BREVE CONTACTO
A la espera de poder hacer un test como nos gusta, tuvimos un primer acercamiento a este nuevo vehículo en el viaje de ida y vuelta a Tandil, donde más que nada pudimos captar algunas sensaciones y sólo algunos datos referenciales en cuanto al funcionamiento de su mecánica.

No esperes valores de consumo ni recuperación, y mucho menos velocidad máxima ya que la caravana organizada por Ford iba comandada por un auto de la empresa que marcaba el ritmo de los cinco Mondeos y en ningún momento pudimos pasar los 120 km/h reglamentarios.

Sin embargo, fue suficiente para darnos cuenta de que se trata de un típico motor de nueva generación, que recurre a un turbo para compensar la falta de cilindrada. Esto da una curva de par plana que entrega su máxima fuerza ya las 1.900 rpm. Pese a escaso volumen, el turbo le permite tener un torque realmente destacable, lo que redunda en una elasticidad brillante.

La respuesta es inmediata cuando pisas el acelerador, sin embargo en esto influye también que la caja rebaja de 6ta a 4ta ni bien detecta que se requiere máxima aceleración. La entrega es contundente pero pareja.

Es un motor doméstico, progresivo y civilizado, y los 240 burros se dejan sentir en la butaca cuando lo acelerás a fondo.

A esto se le suma una caja automática de características estructurales similares a la DSG de VW que Ford llamó Powershift. El pasaje de cambios es imperceptible. Estas cajas cambiaron el paradigma de las trasmisiones automáticas que implicaban tironeos y aumento de combustible. La Powershift es tan eficiente como una manual ya que tiene menos pérdida de potencia, y además es rápida en el pasaje de cambios o rebajes.

En este sentido, hay que decir que su funcionamiento es muy automático, es decir que no retiene las marchas y no permite rebajes sensibles. Enseguida te pasa el cambio siguiente, o al anterior, lo cual va en desmedro de un manejo deportivo. La DSG de VW es más deportiva y permite un poco más de injerencia de parte del conductor.

A 100 km/h en 6ta el motor viaja a sólo 1.900 rpm, velocidad de rotación en la que además goza del máximo torque, de modo que tenés excelente consumo y buena respuesta a la vez. A 120 km, el motor gira a 2.500 rpm en sexta, y si a esa velocidad pasás a quinta el motor sube 500 vueltas, de modo que la 5ta y 6ta están bastante pegadas. La cuarta queda a 800 rpm más.

La calidad de terminación es comparable con la de exponentes Premium o sangre azul, así como la sobriedad del diseño. Y por el dinero que hay que desembolsar en este Mondeo Titanium te comprás un BMW (cuando arreglen) con bastante menos equipamiento. Es que el Mondeo está muy bien dotado en este aspecto. Resaltan los 7 airbags, ESP y control crucero activo que gracias a un radar puede controlar la distancia con el vehículo que no antecede.

En definitiva nos volvió a parecer un auto de muy alto nivel que en general el público que apunta a este tipo de autos no supo entender o la marca no supo comunicar en su momento, ya que fue superado en ventas largamente por el VW Passat y mucho más aún por el Mercedes Clase C.

Los directivos de la marca ya apuntan que desde la reciente incorporación de este motor el modelo ganó un 20% de ventas respecto a mismo período del año anterior. ¿Sabrá el público valorar las ventajas de este nuevo motor? El veredicto se sabrá a fin de año.

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